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España España · Santander
Voto de Maria:
3
Drama Mientras su familia se reúne para celebrar su cumpleaños, el periodista Alexander se siente angustiado por la desoladora falta de espiritualidad que caracteriza al mundo contemporáneo. Sus peores temores se confirman cuando, durante la fiesta, llega la noticia de un inminente conflicto nuclear: la Tercera Guerra Mundial. El final, definitivo e irreversible, está cerca. En ese momento están con él su angustiada esposa, sus dos hijos, un ... [+]
1 de marzo de 2015
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre me he decantado por una opinión equilibrada en cuanto a lo que el cine significa: arte o entretenimiento. Obviamente es un arte, y como todo arte trata de expresar al exterior un mundo interior. Pero también es entretenimiento, no en el sentido estricto de la palabra, sino entendiendo entretenimiento como un concepto más global que incluye emoción, reflexión, sensación... en conclusión respuesta positiva en un espectador.

Hay películas, como las englobadas en el "subgénero" cine de autor, que están enfocadas de un modo más artístico que las películas "al uso”. Entiendo el cine de autor como una opción muy respetable y, no solo eso, muchas veces más interesante cultural, filosófica y emocionalmente que el cine como producto. Sin embargo el arte, y por tanto el cine artístico, no trata solamente de expresar, sino también de transmitir. Considero que una buena película no tiene que estar únicamente enfocada hacia su autor, sino también hacia el espectador.
Asumo que el cine va dirigido a un público, si no, no se publicaría y, por ello, nunca debe olvidarse de que este existe. Si el arte fuera para disfrute propio y exclusivo de su creador su llama se apagaría tan pronto como lo hiciera la vida de su autor.

Existen directores que han hecho cine de autor cuyas películas se encuentran entere mis favoritas: "El séptimo sello" o "Fresas salvajes" de Bergman, o "Ordet" de Dreyer son buenos ejemplos. A pesar de sus metáforas comprendí sus mensajes y me hicieron reflexionar y/o sentir. Aunque expresaron su mundo interior no se olvidaron de sus espectadores.
Sin embargo Tarkovsky, en “Sacrificio”, se ha olvidado de mí. Evidentemente no puedo hablar en general puesto que la percepción emocional es un tema muy subjetivo.
Así como “Stalker”, a pesar de no comprenderla, me despertó múltiples emociones y me hipnotizó; “Sacrificio” me ha resultado pesada e indescifrable. Esta cinta cuenta cosas, pero no las cuenta bien. Crea atmosferas muy trabajadas, la fotografía está muy cuidada, la dirección es notable. Los colores y las tonalidades están tratadas de forma magistral. Pero el conjunto falla, todo es artificial. Las interpretaciones son exageradas, los encuadres muy generales, teatrales, las escenas antinaturales. Entiendo que todo esto es voluntario pero no comprendo su razón. Y lo más importante el guion y el ritmo son ajenos al espectador. Los diálogos son monólogos filosóficos que no me dicen nada, no comprendo su significado interior. En conclusión, la película no me despierta ninguna emoción, reflexión, pensamiento o sensación.

A pesar de haber visto únicamente dos películas de este director tengo la sensación de que le es totalmente indiferente el espectador. Valoro su trabajo porque en lo puramente formal es correcto y porque siempre me parece interesante el cine de autor por su filosofía. Pero yo veo cine para mi propio disfrute, no para el de Tarkovsky.

Es posible que en un futuro, trabajando el cine de este director llegue a comprenderle y, entonces, disfrute con sus películas. O que en otro momento o lugar ésta película cobre sentido para mí. Pero de momento este no es el caso.
Maria
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