Haz click aquí para copiar la URL
Voto de KlingonCome:
4
Ciencia ficción Una fuerza misteriosa golpea a la Luna fuera de su órbita y la envía en choque directo contra la Tierra a toda velocidad. Unas semanas antes del impacto con el mundo al borde de la aniquilación, la ejecutiva de la NASA y ex astronauta Jo Fowler (Halle Berry) está convencida de tener la clave para salvar nuestro planeta. Pero solo el astronauta Brian Harper (Patrick Wilson) y el teórico conspiranoico KC Houseman (John Bradley) la creen. ... [+]
25 de junio de 2022
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
"¡Me vais a comer todos los huevos!" debería ser el epitafio que rece en la tumba del director alemán. Se atreve con todo y se la sudan las pésimas críticas cosechadas. Aquí nos trae una amalgama del más reciente cine fantástico y de catástrofes, todo un compendio de obras propias y ajenas que, con todo descaro y desmesura, conforman un menú de los que dejan boquiabierto, tanto por lo hiperbólico como por lo ridículo.

La Luna comienza a cerrar su órbita y entra en riesgo de colisión catastrófica con la Tierra. Y a partir de aquí, la locura, el delirio y el CGI se apoderan de la función. Las escenas iniciales con una copia descarada de Gravity (2013) pero sin su verosimilitud científica. Nada más que sirven para introducirnos al protagonista, una suerte de piloto espacial caído en desgracia, como el Cooper de Interstellar (2014), pero que resulta ser el único capaz de pilotar la misión que salvará al planeta. Mientras, el mundo empieza a irse al garete como vimos en 2012 (2009), también dirigida por Emmerich, pero también en Armaggedon (1998), además que de la cosa se trata de aterrizar en el objeto que amenaza la Tierra.

Hasta ahí, entre que todo transcurre a una velocidad delirantemente absurda (de un día para otro preparan un lanzamiento espacial) y que nos tratan de meter por medio los clichés sentimentales habituales y los axiomáticos dramas familiares, uno se ha echado más risas de las que serían deseables. Pero hete aquí que se nos quieren poner metafísicos, comenzando con una escena que copia el contacto entre Ed Harris y la inteligencia extraterrestre de Abyss (1989), aunque mucho más cutre y carente de emoción. Luego fusilan sin piedad el argumento central de The Matrix (1999) y se permiten unas escenas de acción espacial que remiten directamente a Star Wars. Intenta trascender del mismo modo que lo hizo 2001: Una Odisea en el Espacio (1968) pero se queda más cerca de Jupiter Ascending (2014). Para finalizar, más autoreferencias del tito Roland, concretamente a The Day After Tomorrow (2004).

A este gazpacho le han echado tantos ingredientes que casi no sabe a nada, es un mejunje chabacano que tira de aquí y de allá para configurar un producto al que que cada añadido le resta. No podemos decir que sea una película aburrida, pero es tan absurda, tan extrema, tan disparatada que la mueca WTF! es el único premio final para quien la termine. Roland, machote, súbete la bragueta, que ya te vale con el cachondeíto.
KlingonCome
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow