Sin duda es un salto en el cine de acción, en las películas sobre el hampa, sin duda es un thriller rompedor, con un guiño final a Bonnie and Clyde…

Un inteligente atracador (Steve McQueen), ahora en prisión, es presionado por los amos del hampa en una conocida ciudad tejana, para que dirija un trabajito... El robo de un banco. Y ante la perspectiva de aún una larga condena, por intermediación de su esposa (Ali MacGraw), acuerda con éstos su participación a cambio de obtener la libertad provisional... Pero aunque el plan ha sido bien diseñado, la participación en el atraco de un sicario llamado Rudy Butler (Al Lettieri), un elemento impuesto por el jefe de la organización (Ben Johnson), da como resultado una carnicería, una huida y una implacable persecución...

Con Sam Peckinpah quizá dio comienzo una nueva era de la violencia en el cine; ésta es llevada al protagonismo, ensalzada a cámara lenta, desde todos los ángulos y perspectivas y a través de planos cortos y cruentos… Y en esta película comienza con un montaje tremendamente innovador y verdaderamente fabuloso, congelando los planos, dentro de un ritmo cadencioso e hipnotizador. Luego Steve McQueen pone su mejor cara de hombre frío, calculador y duro; para dibujarnos un personaje que, aunque pausado y de rostro impenetrable, desprende cierta rabia contenida… Mientras Ali MacGraw nos muestra a una mujer leal que aunque en principio parece verse superada por la situación… sabrá dar la talla.

En mi opinión es una magnífica película donde el inicio es mejor que el final; y que puede resultar a ratos desagradable para espectadores con cierta sensibilidad… Pero que creo que se ganó un hueco en la historia del cine; al menos en la del cine policiaco, de acción, negro, o como prefieran denominarlo…