- El rol que llega a desempeñar Juan Oliver como recluso resulta ciertamente inverosímil. Que un recién llegado a una cárcel, en un par de horas asuma tanto protagonismo dentro de las relaciones de poder entre los reclusos es un poco chocante. Realmente cualquiera de nosotros en su situación trataría de pasar lo más desapercibido posible entre los demás amotinados.

- La mujer embarazada, que acude hasta la cárcel, se mete en medio de los disturbios, recibe una somanta de palos por parte del "poli malo" Utrilla, encarnado por Resines, mientras se retransmite en directo por televisión siendo seguido por los presos amotinados. Y por si hubiera poco, para ponerle la guinda la mujer embarazada muere. Demasiado cogido con pinzas todo esto, demasiado excesivo todo. ¿Que pinta Utrilla fuera de la cárcel repartiendo palos como un antidisturbio más? No tiene sentido, y en cambio es un hecho clave dentro de la película, el hecho que provoca que Juan Oliver se pase finalmente al lado oscuro y acabe convirtiéndose en un asesino.

- Negociadores entrando hasta el fondo de la boca del lobo. ¿Realmente se trabaja así?

- Y finalmente una pregunta curiosa ya fuera de todas estas cuestiones. ¿Como hará el colombiano para recargar su móvil? Quizás con el recargador manual que daban con el As hace tiempo...