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Voto de Eros Cajar:
10
Romance. Drama. Aventuras Jack (DiCaprio), un joven artista, gana en una partida de cartas un pasaje para viajar a América en el Titanic, el transatlántico más grande y seguro jamás construido. A bordo conoce a Rose (Kate Winslet), una joven de una buena familia venida a menos que va a contraer un matrimonio de conveniencia con Cal (Billy Zane), un millonario engreído a quien sólo interesa el prestigioso apellido de su prometida. Jack y Rose se enamoran, pero el ... [+]
24 de febrero de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imperecedera. Genial. Deslumbrante. Titánica. Ciclópea. Simplemente, faltan los calificativos para denominar correctamente a esta joya cinematográfica del siglo pasado, tal vez la última película que hace honor a la gran época dorada del cine Hollywoodense, Hay quienes la aman y otros que no la soportan, pero todo esto hace honor en la creación de la leyenda de esta cinta lo cual la hace imperecedera. De sobra es conocido los avatares que rodearon a este filme en su realización: presupuestos altísimos (200 millones de dólares, la película más cara en su momento), críticas constantes y mal intencionadas, incertidumbre en cuanto a su recepción comercial, etc. Y, posterior a su estreno, vino lo demás: la película más taquillera de la historia (injustamente superada por "Avatar", con entradas el doble de caras por los efectos de 3D), once premios Óscar (debieron haber sido trece, ya que la actuación de Kate Winslet fue mucho mejor que la de Helen Hunt ese año), la banda sonora más vendida de la historia, en fin, un fenómeno mundial que ninguna otra película ha logrado conseguir desde entonces. Si hablamos de la película en sí, toquemos sus grandes aciertos: gran dirección cinematográfica (inigualable James Cameron, quien soportó el bombardeo de la prensa previo al estreno, incluso prescindió de su salario convencido de que la película no llenaría las expectativas debido a su alto presupuesto), excelente montaje (con los efectos más innovadores hasta ese momento), vestuario de lujo, inigualable banda sonora (aún hoy, casi 18 años después, hay personas que no pueden escuchar la canción de Celine Dion sin emocionarse), una historia de amor creíble y correcta, sin los tintes melodramáticos de bodrios como "The Bodyguard", "Endless love", "Cincuenta sombras de Grey", etc., y sobre todo, aquél grandioso final (uno de los mejores de la historia desde "El Planeta de los Simios") donde el alma de una anciana pero aún enamorada Rose viaja de nuevo al Titanic y se encuentra con los miembros de la tripulación que fallecieron en el naufragio como diciendo "yo debí morir con ustedes aquí". Sus desaciertos podrían incluir los muchos "clichés" que rodearon la cinta (amor prohibido entre una mujer rica y un hombre pobre, Kate Winslet posando desnuda para ser dibujada por un artista novel, un valet con aires más de matón que de un simple sirviente, un novio rico y arrogante que tiene todo menos a la mujer de sus sueños), pero si nos ponemos a analizar, estos recursos eran necesarios debido a que la intención del director era hacer un homenaje a las grandes producciones de Hollywood que rebosaban de todos estos detalles a principios y mediados del siglo pasado; su astronómica recaudación (que pudo ser mucho más alta sino fuera por su larga duración que limitaba considerablemente la afluencia diaria de público) lo cual llevaría a pensar de que se trata de una película comercial en vez de una película seria; el más o menos limitado guion, lo cual fue la causa de que los actores principales no pudieran aspirar a las estatuillas del Oscar con ventaja, entre otros. Con esta película se cierra, por así decirlo, la época dorada de Hollywood, un verdadero homenaje a aquellos años que ya no volverán. Porque un verdadero filme debe tener seguidores y detractores, al igual que "Lo que el viento se llevó", pues es allí donde las películas cobran vida propia y alcanzan la estatura de leyendas. Para la posteridad quedarán sus momentos oníricos: la fotografía de DiCaprio y Winslet en la proa de la nave, uno de los afiches más famosos de la historia del cine; la valentía y caballerosidad de los que se quedaron a morir en el Titanic, con las escenas de la banda de violinistas tocando hasta el final; una más que convincente Gloria Stuart en el papel más importante de su vida; y aquella magistral banda sonora, de las mejores que se han visto desde la invención del cinematógrafo.
Eros Cajar
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