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Voto de Herodoto:
9
7,1
1.930
Drama
En septiembre de 1793, el Comité de Salud Pública, instigado por Robespierre, instaura el "Terror". El hambre reaparece y con ella la revuelta: las cabezas ruedan. Danton regresa a París para oponerse a Robespierre: es el choque entre dos políticos irreconciliables, entre dos fuertes personalidades. La película narra los últimos días de Georges-Jacques Danton: su proceso y su ejecución en la guillotina, junto a sus amigos, por orden del ... [+]
5 de septiembre de 2010
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Andrzej Wajda se acercó a la Revolución Francesa adaptando una obra teatral de Stanislawa Przybyszewska, pero claramente plantea la situación de Polonia en la década de los años 80. Recordemos la dictadura comunista de general Jaruzelski y su enfrentamiento con el sindicato Solidaridad, y los intentos de aquél para controlar el país con mano de hierro evitando una nueva invasión soviética que frenara cualquier disidencia en el Bloque comunista-Hungría año 56 y Praga año 68 son un triste recordatorio-.
En ese contexto se sitúa este film que nos acerca al terror político del Estado. Un momento de cambios convulsos que afectaron al pueblo francés, y también a destacados protagonistas políticos que serían arrastrados hacia la "igualadora" guillotina.
En septiembre de 1793, el Comité de Salud Pública, instigado por Robespierre, instaura el "Terror". El hambre reaparece y con ella las revueltas. El pueblo es utilizado por los burgueses para conseguir sus objetivos y Wadjad plantea claramente la parálisis de una Revolución agotada. ¿Cómo lo hace? a través de dos personajes que serán victimas de esa misma Revolución que han defendido desde el principio: Dantón, lúcido y desencantado, y que tal vez presintiendo su final, expone vehementemente y con elocuencia la verdad de todo lo que sucede. Enfrente, su adversario político, Robespierre, obsesionado con la virtud y el terror; la negación de la vida. El duelo actoral está servido; sencillamente magistral.
Lo que asombra de esta película es la sensación de ese "Terror", de esa inseguridad por lo que puede suceder y que se genera en acontecimientos históricos que marcan un antes y un después en la historia de nuestra humanidad. No olvidemos que en estos proceso revolucionarios que se han dado en diversos países-Francia, Rusia,etc...- han pasado etapas oscuras marcadas por temor a perder todo lo que se ha conseguido.
En ese contexto se sitúa este film que nos acerca al terror político del Estado. Un momento de cambios convulsos que afectaron al pueblo francés, y también a destacados protagonistas políticos que serían arrastrados hacia la "igualadora" guillotina.
En septiembre de 1793, el Comité de Salud Pública, instigado por Robespierre, instaura el "Terror". El hambre reaparece y con ella las revueltas. El pueblo es utilizado por los burgueses para conseguir sus objetivos y Wadjad plantea claramente la parálisis de una Revolución agotada. ¿Cómo lo hace? a través de dos personajes que serán victimas de esa misma Revolución que han defendido desde el principio: Dantón, lúcido y desencantado, y que tal vez presintiendo su final, expone vehementemente y con elocuencia la verdad de todo lo que sucede. Enfrente, su adversario político, Robespierre, obsesionado con la virtud y el terror; la negación de la vida. El duelo actoral está servido; sencillamente magistral.
Lo que asombra de esta película es la sensación de ese "Terror", de esa inseguridad por lo que puede suceder y que se genera en acontecimientos históricos que marcan un antes y un después en la historia de nuestra humanidad. No olvidemos que en estos proceso revolucionarios que se han dado en diversos países-Francia, Rusia,etc...- han pasado etapas oscuras marcadas por temor a perder todo lo que se ha conseguido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Su ambientación está impregnada de una fisicidad que nos impulsa a sumergirnos en esa época histórica; nos inquieta, nos atemoriza, tal vez porque nos hemos introducido tanto en ese concreto momento histórico que ya formamos parte de los acontecimientos.
Y ya sabemos cómo acaba la historia: el rostro desencajado de Robespierre presintiendo que su cabeza también rodará victima de su autoritarismo y ante la duda de haber equivocado el camino revolucionario. Y Dantón acercándose a la guillotina ensangrentada, metáfora de que la revolución de los ideales elevados, de la sociedad igualitaria en derechos, choca con la verdadera realidad dominada por fuerzas más poderosas y oscuras.
Y ya sabemos cómo acaba la historia: el rostro desencajado de Robespierre presintiendo que su cabeza también rodará victima de su autoritarismo y ante la duda de haber equivocado el camino revolucionario. Y Dantón acercándose a la guillotina ensangrentada, metáfora de que la revolución de los ideales elevados, de la sociedad igualitaria en derechos, choca con la verdadera realidad dominada por fuerzas más poderosas y oscuras.