La Luna se nos viene encima! Dios mío, todo es pánico! Pero no se preocupen, ya viene un grupo de personas poco capacitadas para salvar el día. Ah, y me olvidaba, van envueltas en banderas con rallas horizontales y estrellas.

De ese trata esta película. De las personas menos pensadas salvando al mundo, pero todo ocurre en un contexto de disparate total. Y cada nueva escena es más absurda que la anterior, hasta llegar a un final, señoras y señores, que colma los colmos de la ridiculez.

Como siempre en las películas de Emmerich, los efectos especiales cumplen y salvan a la película del desastre total, porque al menos hay algo de disfrute visual. Eso sí, parece ser que los extraterrestres, la naturaleza, los mayas y la Luna sólo se enojan con EEUU, ya que van derechito a destruirlos a ellos. Menos mal que no vivo ahí.

El guión es barato, mal diseñado, con personajes planos y estereotipados. No emociona, no tensiona, no hace nada. Sólo delínea a personajes comunes en este tipo de película: El nerd que sabe más que los especialistas y que resuelve los misterios desde su casa, la trabajadora capacitada que tiene problemas familiares y el pobre hombre mal juzgado que necesita salvar al mundo para demostrar que fue injustamente calificado.

En fin, si no tenés nada para ver, mirala para pasar el rato. No creo que te duermas, pero probablemente la olvides a los pocos días.