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Argentina Argentina · buenos aires
Voto de augrap:
10
Drama A principios del siglo XX, un compositor alemán de delicada salud y cuya última obra acaba de fracasar, llega a Venecia a pasar el verano. En la ciudad de los canales se sentirá profundamente atraído por un hermoso y angelical adolescente, sentimiento que le irá consumiendo mientras la decadencia también alcanza a la ciudad en forma de epidemia... Adaptación de la obra homónima del escritor Thomas Mann. (FILMAFFINITY)
24 de febrero de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En pocos años se cumplirá medio siglo de este milagro del arte cinematográfico que regalara al mundo el gran Luchino Visconti. La he vuelto a ver (por cuarta o quinta vez) y me encuentro que nada de la belleza y poesía que me apabullara allá por los setenta (no la vi en estreno pues era pequeño en el 71) se ha perdido. Visconti hizo películas extraordinarias como El Gatopardo, Rocco y sus hermanos, Ludwig, Grupo de Familia y varias más, pero esta gema del arte brilla solitaria no solo en su obra sino en la historia del cine. Película única por su estilo y su construcción e irrepetible. Poco importa lo que en su momento fuera controvertido como la voluntad de Visconti de asociar el personaje con Gustav Mahler, y transformar el poeta de Thomas Mann en el compositor que vemos en pantalla. El entorno filosófico del relato de Mann se convierte en Visconti en apenas unas pinceladas recayendo la mirada sobre la persona del artista ya viejo que encontrará un amor imposible y que no puede permitir que aflore por el carácter inmoral del mismo. A pesar de ello, será ese sentimiento contradictorio y desgarrante por el que transitaremos de la mano de Visconti, el que le dará momentos ínfimos de una felicidad casi dolorosa en su ocaso final. Dirk Bogarde no necesitará casi texto alguno para componer uno de los personajes más ricos y antológicos de la historia del cine. Su personificación del envejecido artista cuyo mundo moral y estético es sacudido hasta sus raíces por la fascinación con el adolescente es conmovedora. Actuación monumental en un marco de reconstrucción de época (inicios del siglo 20) en el Lido y Venecia como nunca más se ha hecho. Cada escena es de una belleza plástica y un sentido poético superlativo. Muchas son verdaderos cuadros impresionistas (inspirados por Monet?) como las vistas de los amaneceres sobre el mar o las escenas en el balneario. Como pocas veces, la música (de Mahler) calza como un guante y enfatiza el sentido poético de estas dos horas maravillosas. Ya nunca más podremos separar los bellísimos acordes del adagietto de la quinta sinfonía de las imágenes no menos bellas de este film inmenso y maravilloso. Una de las mayores obras del séptimo arte
augrap
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