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España España · Palma de Mallorca
Voto de Bobapes:
10
Fantástico. Terror. Drama Relata la historia de un célebre pensador que después de buscar sin descanso la esencia del conocimiento y la verdad oculta de las cosas, es tentado por el diablo y vende su alma. (FILMAFFINITY)
17 de abril de 2022
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine mudo nos ha regalado multitud de joyas a lo largo de su corta historia. Fausto es indudablemente, una de las mejores de este maravilloso período inicial del cine. Fausto es pura maestría visual. Pocas veces he visto ese manejo magistral del potencial artístico que se puede crear a través de la cámara. Una auténtica maravilla de principio a fin que, para mí, sigue estando infravalorada. No es simplemente una buena película del cine mudo. Fausto juega a otro nivel. Se sitúa en un escalón superior.

Friedrich Wilhelm Murnau adapta el clásico de Goethe escrito en 1808. Incluso en 1926 estaban hablando de un clásico de la literatura. Un libro antiguo que al parecer, los guionistas adaptaron independientemente la historia original: Fausto quiere la juventud eterna y pacta con el diablo (Mefisto) y se ve tentado a sufrir las consecuencias.
La historia en sí, es absolutamente magistral y redonda, con un final apoteósico. Pese a rozar un tono teatral muy clásico, consigue adentrarte en una historia francamente interesante y emotiva.

Esta película se la suele considerar como un ejemplo de cine expresionista. Estilo, que perfecciona excelentemente. Cine como Fausto, te demuestra que el cine es el séptimo arte que es capaz de juntar elementos de la gran mayoría de los seis anteriores.
La productora UFA se encargó de financiar la película con el presupuesto más alto hasta la fecha: se utilizaron dos cámaras (algo no muy común en los años 20) y todas las escenas fueron repetidas al menos una vez. Sólo Metrópolis de Fritz Lang la superó al año siguiente. Tanto Fausto como Metrópolis demuestran la gran calidad en los decorados y efectos especiales, por lo que podríamos decir que se tratan de dos obras bastante parecidas en sus logros técnicos.

Emil Jannings está magnífico (como siempre) interpretando a Mefisto. Fue uno de los mejores actores de su generación. Una generación de creatividad bestial durante la República de Weimar. Un período turbulento pero magistral artísticamente, dónde se nos dieron algunas de las mejores películas de la historia. Todo gracias al contexto histórico que rodeaba a los grandes artistas, que (muchos de ellos), acabaron huyendo de Alemania tras el ascenso de Hitler y, que influyeron el cine americano para la prosperidad. Fausto, por tanto, es una de las tantas películas vitales para entender la evolución del cine.

Pues, finalmente, hay que aclarar que Fausto es una película imprescindible para cualquier cinéfilo. Una película que tengo la obligación de reivindicar tal como podría hacerlo con otros clásicos alemanes como El Gabinete del doctor Caligari, Metrópolis o Nosferatu.
Bobapes
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