El polémico Oliver Stone, tras golpear a la sociedad norteamericana con sus películas antimilitaristas, se enfrentó a uno de los temas más oscuros de la Historia norteamericana, el asesinato de John F. Kennedy. Básandose en las investigaciones de Jim Garrison, el director construye una película en la que defiende visceralmente la teoría de que el asesinato de JFK fue un complot, sostiene que Lee Harvey Oswald no pudo disparar todas las balas que alcanzaron al coche presidencial aquel 22 de Noviembre de 1963. Stone presenta su postura con una película que mezcla el color con el blanco y negro, las imágenes reales con las ficticias, todo ello apoyado en un montaje espectacular digno de un maestro. La idea de llevar a las pantallas el asesinato de Kennedy le surgió a Stone en 1988 durante el rodaje de NACIDO EL 4 DE JULIO, al caer en sus manos ON THE TRAIL OF THE ASSASSINS, el libro de Jim Garrison, el implacable fiscal de Nueva Orleans, que magistralmente encarna Kevin Costner. Stone adquirió los derechos de la obra para el cine, como después haría con la obra de Jim Mars, CROSSFIRE: THE PLOT THAT KILLED KENNEDY. Tras dos años de intensas investigaciones, Oliver Stone y Zachary Sklar, editor del libro de Garrison, escribieron el guión de JFK. El subtítulo del filme CASO ABIERTO, añadido en nuestro país, indica que el filme trata de una investigación judicial inconclusa. Stone reunió un reparto multiestelar con el objetivo de mantener el interés del público en todo momento, con independencia de lo complejo que resultara la trama y lo largo que fuera el metraje. Recurrió, pues, al mismo truco que tan buenos resultados le había dado al productor Darryl F. Zanuck en EL DIA MAS LARGO. Los 220 papeles con diálogo, frente a los habituales 40 o 50 de una película media, le dieron juego. Se mencionaron prácticamente todos los nombres imaginables de Hollywood para completar el elenco. Le ofrecieron el protagonista a Harrison Ford, que lo rechazó porque había hecho ya dos películas como agente de la CIA a partir de novelas de Tom Clancy, y le dijo al director que, además no creía que JFK hubiera sido víctima de una conspiración. James Woods, Paul Newman, Marlon Brando, Gene Hackman, Willem Dafoe y John Malkovich rechazaron distintos papeles por razones diversas. El personaje del Coronel X (Donald Sutherland) está inventado por completo para exponer al público la teoría de la conspiración. El personaje de Kevin Costner decía en LOS BUFALOS DE DURHAM (1988): "Estoy convencido de que Harvey Lee Oswald actuó sólo".