Empiezo por decir que, para mí, ha sido una de la mejores películas (si no la mejor) que he visto en este año que acaba de finalizar.

Me quedo un tanto perplejo ante las malas críticas que recibe por parte de algunos de los espectadores que aquí escriben. Supongo que es de esas películas que si no entras en su atmósfera es difícil que te guste, pero es que yo creo que nos hemos (nos han) acostumbrado a lo fácil, y, sin ninguna pretensión de snobismo (ni de decir que guay soy que yo sí la comprendí) y mucho menos de mirar a la gente por encima del hombro (no me reconozco con un enorme intelecto, al contrario), creo que el problema fundamental en nuestra época es que no queremos reflexionar ni hacer preguntas, ya no sólo en el cine o en el arte en general, si no en el día a día cotidiano. Todo lo que mueve más allá de lo manido, lo convencional, es rechazable y sus defensores considerados como unos creídos (que dicho sea de paso, algunos de ellos sí lo son).

Lo de no lo comprendo es, sin duda, una de las excusas más fáciles y extendidas que hoy en día se ponen hacia aquellas películas que no tratan a los espectadores como idiotas o niños pequeños, y que requieren un pequeño esfuerzo más allá de su visionado. ¿La culpa? El cine facilón tontón, donde todo está machacado hasta la máxima simpleza, tratando al espectador de inútil; y por la actitud de vagancia reflexiva (por no decir intelectual) de muchos espectadores."Dámelo todo masticadito y digerido, que paso de pensar”.

El otro motivo de tan malas críticas: ¡es que es muy lenta! Y es que como no me pongan quinientas secuencias de persecuciones y explosiones por segundo en las que, en realidad, no he visto nada con claridad pero todo iba muy rápido, pues ¡es que es muy lenta! En fin, si este film les parecen lento, ya no digo que les parecerán los de Ozu, Tarkovsky, Bergman... ¿La culpa? El cine rapidón subidón, donde parece que pasan millones de cosas, pero todas vacías y sin nada donde escarbar más allá de flashes de luces, manchas y sonidos, todo incoherente e inconexo, pero rápido. Dejar contar una historia sin precipitar su narrativa, reposando los momentos, las situaciones: “pues vaya, me aburro”, como diría Homer Simpson.

Y ¿qué me quieren contar? Hay que observar, pensar y reflexionar, un poquitín tan solo (no es que haya que ser un genio, de verdad, yo no lo soy): miradas, gestos, situaciones, palabras, música, planos, secuencias, fotografías, reflejos, soledad, incapacidad para las relaciones humanas. Y si no capto esto ¿es que soy un lerdo? No, ni mucho menos, pero no utilices excusas fáciles y vete a ver algo que te llene más, y luego escribes una reseña en donde digas que sí te has enterado de todo y que no te han parecido lentas (con buen ritmo).

Dicho todo esto, constatar que muchos que escriben sobre otras películas, que en ese caso sí les han gustado mucho, las categorizan como la séptima maravilla e intentan imponer su criterio como el único válido y universal.