Siempre me he preguntado si las películas que tratan temas de guerra se consideran del género bélico o anti bélico. Con dudas, siempre he pensado lo segundo, porque en ellas no nos muestran los aspectos positivos de la guerra ni nos instan a ella. Quizás con otras series o películas me surjan dudas, pero con esta ninguna. Esta es una fantástica serie anti bélica.

Es inevitable no recordar otras grandes series de la Segunda Guerra Mundial como puede ser Hermanos de Sangre cuando vemos ésta. No creo que sea necesario compararlas, ni siquiera establecer cuál es mejor o peor, fundamentalmente porque son muy diferentes, al menos yo así los creo.

En Hijos del Tercer Reich lo que nos muestran es la vida de civiles que, desgraciadamente, les ha tocado vivir en una época de guerra. Por supuesto también se refleja la vida de los soldados, pero desde el punto de vista de un ser humano ya que, al fin y al cabo, es lo que son. Ningún soldado quiere ir a la guerra ni tampoco hacerse pasar por héroes, lo único que quieren es mantenerse vivos. Nadie quiere luchar, nadie quiere combatir, nadie quiere disparar, nadie quiere matar y nadie quiere morir. Pero es esto último lo que les impulsa a hacer todo los demás, aunque en el fondo no quieran.

Lo que más me llamó la atención cuando la descubrí era el hecho de que fuera una serie que enfoca el conflicto desde el punto de vista de los alemanes. Todos nos hemos cansado de ver películas del bando estadounidense o, en su defecto, desde el bando de alguna potencia de los Aliados. En la serie podemos ver que los ciudadanos alemanes fueron víctimas de una dictadura que no entendían, pero que inevitablemente debían defender. Quizás este fue uno de los muchos motivos que les llevaron a la derrota.

Los protagonistas dejan ver todos sus sentimientos, no son máquinas que se abstraigan de todo lo que sucede a su alrededor. Durante los tres capítulos hay varias escenas de acción que te dejan sin palabras, pero donde realmente te das cuenta de que estás viendo algo grande es en las relaciones entre los personajes, alejadas de cualquier ametralladora o cualquier tanque.

Aunque cada uno de los cinco personajes recorre un camino diferente, de una manera u otra esos caminos acaban cruzándose, y eso va a hacer que tengan más motivos por los que seguir vivos, saben que todavía hay gente a la que le importan.

En resumen, es la historia de cinco amigos berlineses que deben separarse a causa de la guerra, pero hacen la promesa de reencontrarse cuando todo haya terminado. ¿Lo consiguen? Os animo a que lo descubráis vosotros mismos.