Creo que se pueden sacar muchas lecturas sobre lo que ofrece esta película. La mitad buenas, la mitad malas, en mi opinión.

¿Obra maestra? No lo creo.
¿Una patraña sobre un grupo de colgados? Ni de lejos.

Es una historia muy arriesgada porque camina sobre la cuerda floja constantemente entre la frivolidad y el drama sutil. Y hay quien tira para un lado y hay quien tira para otro.

Es cierto que parece que se trata con mucha ligereza el tema de las drogas, incluso podría comprender que alguien dijera que esta película hace apología de ellas. Reconozco que durante la primera hora yo fui uno de esos que puso mala cara diciendo: "¿Pero esto que es?

Hasta que llegué a una conclusión: No empatizas en ningún momento con ningún personaje, es más, te parecen odiosos. Cada uno a su manera, pero odiosos. Y ahí reside la crítica a mi forma de verlo. Estás viendo a un grupo de colgados que se ríen, frivolizan, sienten orgullo por lo que hacen, y están muy lejos de ser simplemente personas. Todo ello por culpa de la droga y los excesos.

Quizá muchos esperaban la típica escena cruda donde hay un antes y un después en la conciencia del protagonista para dejar claro que esta cinta no va de drogarse y esa escena te parte el alma. La única vez que conseguí empatizar es cuando el personaje de Ewan McGregor intenta labrarse un futuro, y ahí está la clave.

Las actuaciones me parecen muy notables. Sin embargo, si hablamos de la trama, prácticamente no hay y la elección musical me parece bastante fallida.

Hay ramalazos de buenas frases con una buena carga de crítica social y otras solo son reflexiones de alguien que tiene el cerebro exprimido.

Todo en esta película tiene una lectura buena y otra mala. Tú decides con cuál quedarte.