En la línea de las series policiales nórdicas que tanto amamos, Arenas Movedizas agrega un condimento hasta ahora poco explorado en este género: la violencia escolar. Como si Bowling for Columbine tuviera un primo sueco, esta serie aborda las problemáticas actuales de abusos juveniles, las dinámicas perversas de las sociedades en principio super organizadas y de alto nivel de vida y las sacude hasta mostrar sus grietas.
Una matanza en ámbito escolar dispara a una joven con estrés post traumático a ser enjuiciada como posible cómplice del hecho, nebuloso para ella pero no para los que la rodean. Un novio tóxico, padres ausentes o abusivos, el lujo y el confort en medidas obscenas y la ausencia de los adultos como esquemas de contención son mostrados en esta trama sin reparos ni eufemismos.

No es una serie que pasara a la historia. Tampoco esta a la altura de los grandes títulos nórdicos, pero si es considerada una pastilla de buen gusto puede funcionar. Aun no distingo si la actriz principal es un error de casting, o es que es tan buena que me vendió su actuación de manera perfecta. Prueben, no decepcionará.