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Voto de credulidad:
7
14 de agosto de 2010
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Y tú que esperabas con ese título, una conferencia sobre Einstein?
No es que yo estuviese muy seguro de lo que pasaría, pero "algo" pasaría.
Suena de fondo la excelente "Ranz Des Vaches" (de la ópera Guillermo Tell consagratoria de Gioacchino Rossini), empiezan los créditos de apertura, notamos ciertas peculiaridades... luego, impávida y repentinamente, mientras el típico espectador fan de "películas" como "2012" mira la hora y las paredes, o manda un mensaje por sms al no soportar los mínimos "90 segundos de fama del estudiante del Art Center College of Design de Los Angeles, Marv Newland", y en vez de esperar con ansias y una mueca de sonrisa como hace uno, sucede el desenlace y la música cambia a un acorde de piano (que es la última nota de A Day in the Life, del disco Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band de The Beatles).
El día que Bambi tuvo (¡por fin!) su merecido. Desde siempre el "inocente" Bambi me generaba un 'no se qué', era un cuentito demasiado trucho. A decir verdad, eso era el film, una producción de aquel Disney colaborador del gobierno y la propaganda militar del ejército yanqui durante la Segunda Guerra Mundial, para que la gente no se preocupe. ¿Será Marv Newland un agente japonés planeando una venganza por aquella guerra, mostrando la superioridad nipona sobre la yanqui? Ja ja ja ja!! No che, no desvariemos. Que ya lo ha hecho Caith haciéndose el gracioso (mientras evidentemente The_End se pasa de rosca sin la menor gracia a la vez que sin la mínima seriedad).
Vamos, qué tanta cháchara, que tardan más en leer una crítica que en ver y reírse con el cortometraje, ingeniosamente breve y simple, mucho mejor que tanta porquería que da vueltas por ahí. La recomiendo especialmente para ser mostrada a los niños, junto con otras animaciones como Duck Amuck.
No es que yo estuviese muy seguro de lo que pasaría, pero "algo" pasaría.
Suena de fondo la excelente "Ranz Des Vaches" (de la ópera Guillermo Tell consagratoria de Gioacchino Rossini), empiezan los créditos de apertura, notamos ciertas peculiaridades... luego, impávida y repentinamente, mientras el típico espectador fan de "películas" como "2012" mira la hora y las paredes, o manda un mensaje por sms al no soportar los mínimos "90 segundos de fama del estudiante del Art Center College of Design de Los Angeles, Marv Newland", y en vez de esperar con ansias y una mueca de sonrisa como hace uno, sucede el desenlace y la música cambia a un acorde de piano (que es la última nota de A Day in the Life, del disco Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band de The Beatles).
El día que Bambi tuvo (¡por fin!) su merecido. Desde siempre el "inocente" Bambi me generaba un 'no se qué', era un cuentito demasiado trucho. A decir verdad, eso era el film, una producción de aquel Disney colaborador del gobierno y la propaganda militar del ejército yanqui durante la Segunda Guerra Mundial, para que la gente no se preocupe. ¿Será Marv Newland un agente japonés planeando una venganza por aquella guerra, mostrando la superioridad nipona sobre la yanqui? Ja ja ja ja!! No che, no desvariemos. Que ya lo ha hecho Caith haciéndose el gracioso (mientras evidentemente The_End se pasa de rosca sin la menor gracia a la vez que sin la mínima seriedad).
Vamos, qué tanta cháchara, que tardan más en leer una crítica que en ver y reírse con el cortometraje, ingeniosamente breve y simple, mucho mejor que tanta porquería que da vueltas por ahí. La recomiendo especialmente para ser mostrada a los niños, junto con otras animaciones como Duck Amuck.