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Voto de Alvaro_FL:
5
7,5
132.093
Ciencia ficción. Acción. Thriller
En un futuro no muy lejano, Gran Bretaña se ha convertido en un país totalitario dirigido con mano de hierro por un tirano (John Hurt). Una tarde, tras el toque de queda, Evey (Natalie Portman) es rescatada en plena calle por un misterioso enmascarado cuyo nombre es "V" (Hugo Weaving). El extraño personaje le explica cuáles son sus planes para recuperar la libertad. En efecto, todas las acciones de V tendrán como objetivo hacer estallar ... [+]
6 de febrero de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro de la línea cada vez más delgada que separa la viñeta del celuloide, encumbrar a un héroe es tarea fácil. El mero símbolo que luce con orgullo en su pecho le garantiza un éxito considerable aun siendo protagonista de una producción de calidad dudosa. Sin embargo, si se usa como inspiración en la metamorfosis del noveno al séptimo arte un cómic más adulto y complejo, puede resultar o bien una pifia considerable (véase “From Hell”) o una obra maestra (véase “Una Historia de Violencia”)
V de Vendetta no es, para empezar, un título muy atractivo para un film de cara al público más palomitero. Ha de llevar en su anuncio el clásico “de los creadores de...”, en este caso “Matrix”. En segundo lugar, esta misma autoría puede llevar a cierta decepción, tanto a los que han leído el cómic a principios de los ochenta, como para los que esperan un continuum de alusiones informáticas, efectos especiales y peleas acrobáticas. Ya que el mayor error de la película es el tremendo contraste entre la carga conceptual política que plantea y las espectaculares luchas a las que tan acostumbrados nos tiene el blockbuster
V de Vendetta no es, para empezar, un título muy atractivo para un film de cara al público más palomitero. Ha de llevar en su anuncio el clásico “de los creadores de...”, en este caso “Matrix”. En segundo lugar, esta misma autoría puede llevar a cierta decepción, tanto a los que han leído el cómic a principios de los ochenta, como para los que esperan un continuum de alusiones informáticas, efectos especiales y peleas acrobáticas. Ya que el mayor error de la película es el tremendo contraste entre la carga conceptual política que plantea y las espectaculares luchas a las que tan acostumbrados nos tiene el blockbuster
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Aplaudida la osadía de mostrar la detonación del Parlamento Inglés, el episodio del cura Pederasta con la Lolitesca Evey y la carta lésbica de esperanza que ésta recibe posteriormente en la celda... ¿por qué demonios los tan tremendamente progresistas hermanos Watchosky no osan a enseñarnos episodios emblemáticos del cómic como los viajes lisérgicos de ciertos agentes de la autoridad? Evey iba a prostituirse al principio del cómic. ¿Porque en la película va a visitar a un presentador de televisión (para el que irónicamente trabaja, no se lo trabaja) que posteriormente mete la cabeza en las fauces del lobo absurdamente?... son preguntas que tienen una sencilla respuesta. Porque la gente en el cómic vivía mal, no trabajaban en oficinas tan luminosas ni vestían tan bien. Además Londres en el film no estaba tan limpio desde el retrato de la sociedad pija en Match Point. ¿Dónde están las cámaras de vigilancia? ¿Por qué “La Voz” sale por televisión cuando Orson Welles nos enseñó el miedo a través de las ondas?... ¿Dónde esta ese ambiente oscuro y asfixiante?
Al querer darle una visión actual al espléndido cómic de Alan Moore, los guionistas han errado en el tiro. Era de esperar, no podía haber una película sin un mítico enfrentamiento final entre el protagonista y su Némesis y sin que los personajes sean títeres que son moldeados de forma heroica y sin esfuerzo por las hazañas del flamante galán, en este caso con máscara.
Ahora entiendo porqué Alan se desvinculó del proyecto. Seguro que el no se imaginaba a cientos de V’s contentos porque el Parlamento estallase. Citados por alguien, buscando la acción-reacción. Moore fue mucho más sutil a la hora mostrar las piezas del puzzle que generaría el ambiente propenso al cambio, siendo V un héroe y a la vez un villano de vodevil. Esto se ve en la bella metáfora de las fichas de domino. Y sobre todo se aprecia en la estructura del cómic, decreciente, donde V pasa a un segundo plano conforme avanza la historia recogiendo los frutos que ha sembrado. Otorgando protagonismo a los habitantes de Londres, dándoles libertades una tras otra. Generando el caos y a la vez el orden, y por tanto, dejando el destino en manos de la humanidad, y no en las suyas. Manchadas de sangre.
Los estudios necesitan un éxito comercial. Unas buenas peleas, y que el héroe sea un semidios casi siempre lo consiguen. Aunque se lo digo sinceramente. Si me viera en la distópica situación del Londres fascista que se retrata en la película, no le haría ni puñetero caso a V. Ya que él solo se lo guisa y se lo come. No le hace falta ese insignificante detalle que constituye el poder del pueblo.
Al querer darle una visión actual al espléndido cómic de Alan Moore, los guionistas han errado en el tiro. Era de esperar, no podía haber una película sin un mítico enfrentamiento final entre el protagonista y su Némesis y sin que los personajes sean títeres que son moldeados de forma heroica y sin esfuerzo por las hazañas del flamante galán, en este caso con máscara.
Ahora entiendo porqué Alan se desvinculó del proyecto. Seguro que el no se imaginaba a cientos de V’s contentos porque el Parlamento estallase. Citados por alguien, buscando la acción-reacción. Moore fue mucho más sutil a la hora mostrar las piezas del puzzle que generaría el ambiente propenso al cambio, siendo V un héroe y a la vez un villano de vodevil. Esto se ve en la bella metáfora de las fichas de domino. Y sobre todo se aprecia en la estructura del cómic, decreciente, donde V pasa a un segundo plano conforme avanza la historia recogiendo los frutos que ha sembrado. Otorgando protagonismo a los habitantes de Londres, dándoles libertades una tras otra. Generando el caos y a la vez el orden, y por tanto, dejando el destino en manos de la humanidad, y no en las suyas. Manchadas de sangre.
Los estudios necesitan un éxito comercial. Unas buenas peleas, y que el héroe sea un semidios casi siempre lo consiguen. Aunque se lo digo sinceramente. Si me viera en la distópica situación del Londres fascista que se retrata en la película, no le haría ni puñetero caso a V. Ya que él solo se lo guisa y se lo come. No le hace falta ese insignificante detalle que constituye el poder del pueblo.