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España España · Santa cruz de Tenerife
Voto de pakos:
9
Drama El 6 de mayo de 1938, Hitler visita Roma. Es un día de fiesta para la Italia fascista, que se vuelca en el recibimiento. En una casa de vecinos sólo quedan la portera, un ama de casa, Antonietta y Gabriele, que teme a la policía por algún motivo desconocido. Al margen de la celebración política, Antonietta y Gabriele establecen una relación afectiva muy especial que les permite evadirse durante unas horas de la tristeza y monotonía de ... [+]
13 de mayo de 2018
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
En pleno régimen fascista, y durante la visita de Hitler a Roma, con la multitud agolpada en las calles, el destino une dos personajes antagónicos que se quedan en sus respectivas viviendas, un ama de casa ( Sofia Loren), mujer casada con un imbécil que idolatra al "Duce", y un locutor de radio homosexual (Marcelo Mastroianni) que repudia el régimen. Sutil y conmovedora apología de la tolerancia y la libertad en tiempos conflictivos y castradores. La candidez y la ignorancia de ella, por un lado, la convierten en una fácil víctima de una abominable ideología política y, por otro lado, la lucidez de él lo condena como un paria, como refractario al sistema y por eso será inexorablemente perseguido, además de tener que cargar con la tara de la homosexualidad en un mundo prejuicioso e intolerante. Hay una escena, ya mítica, en la que los dos doblan una sábana blanca (con toda esa carga simbólica que asociamos a este color) en la azotea hasta que sus rostros se unen en uno de los más bellos y líricos primeros planos que uno recuerde. Curiosamente esa sábana blanca que ondea en la azotea contrasta con la aparatosidad y pompa de los estandartes que se esgrimen en la visita del líder nazi, de tal manera que apreciamos por un lado la poesía silenciosa de una escena cotidiana y por otro, el ruido, la pompa y el insidioso artificio de la barbarie. Las dos actuaciones, la de Sofia Loren (una suerte de "Madame Bovary" romana algo desaliñada pero irresistiblemente bella) y la de Mastroianni, son sencillamente memorables.La mirada de Scola es compasiva y tolerante hacia los dos, esgrimiendo la amistad y el amor como los dos antídotos más eficaces contra la barbarie.
Un único escenario, un bloque de viviendas, y dos actores en una de las cumbres del cine europeo. Una película a la que siempre vuelvo.
pakos
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