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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
7
Drama. Romance Jim y Amanda se encuentran por casualidad en su pueblo natal de Crestline en California después de veinte años sin verse. Él está allí porque su madre ha fallecido y tiene que poner su casa a la venta; ella está visitando a su hermana porque está embarazada. Los dos tienen muchas cosas que contar así que deciden ir a una cafetería para ponerse al día. A pesar de haber seguido caminos distintos, vuelven a conectar como si nada hubiera ... [+]
28 de mayo de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando veinteañero infestado de ínfulas y flipado con, entre otras, «Clerks» (ídem, 1994) y «Alta Fidelidad» («High Fidelity», 2000), fantaseaba con rodar algo bastante parecido a esta «Blue Jay»: nostalgia, blanco y negro, texturas indies y exparejas con cuentas pendientes. ¿Qué me faltaba? El talento, por supuesto. Y otros veinte años en el DNI.
En efecto, en «Blue Jay» asistimos al reencuentro, incomodísimo primero y progresiva y extrañamente romántico a continuación, entre dos cuarentones que fueron novios en el instituto y se amaron como sólo se ama a esa edad de pasiones encontradas —extremadas, diría—: torpes, inocentes, nunca más con esa pureza, con esa risueña inconsciencia.
La dirección y fotografía de Alexandre Lehmann y el guion firmado por Mark Duplass comparten una sencillez, una ausencia de efectismos —salvo esa «sorpresa» final, explicación algo sórdida, aunque en absoluto inopinada, para la ruptura adolescente—, que redundan en la doliente naturalidad con que se desenvuelve la pareja protagonista, verdadero alfa y omega de una cinta que respira humanidad por cada una de las frases que se dicen.
El propio Duplass encarna a un hombre arrasado, la derrota pintada en el rostro, el llanto sempiterno. Se trata de un actor que siempre me ha resultado un tanto opaco, pero que aquí alcanza cotas muy altas de desgarradora expresividad. De largo, su mejor papel hasta la fecha. No tan sorprendente se antoja el trabajo que entrega Sarah Paulson, actriz de contrastadas prestaciones interpretativas. Cabe no obstante resaltar la sutileza —basta esa inconfundible sonrisa triste suya— con que delinea a su personaje.
«Blue Jay» constituye, en fin, una pequeña joya en el hórrido catálogo de Netflix, un prodigio de sensibilidad y mesura perdido en el pandemónium manierista y estulto de la plataforma. Una aguja en un pajar, vaya.
Carorpar
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