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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
7
Drama Fred Ballinger (Michael Caine), un gran director de orquesta, pasa unas vacaciones en un hotel de los Alpes con su hija Lena y su amigo Mick, un director de cine al que le cuesta acabar su última película. Fred hace tiempo que ha renunciado a su carrera musical, pero hay alguien que quiere que vuelva a trabajar; desde Londres llega un emisario de la reina Isabel, que debe convencerlo para dirigir un concierto en el Palacio de ... [+]
29 de diciembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paolo Sorrentino, uno de los cineastas más estimulantes del panorama europeo actual, adapta su propia novela homónima y hace gala, de nuevo, de ese surrealismo tan característico, de raigambre felliniana, pero matizado por un esteticismo decadente y D´annunziano que redundan en un estilo inconfundible y ciertamente sugestivo. Asimismo encontramos su acostumbrada exuberancia visual, de una voluptuosidad que ejemplifica con rotunda y carnalísima elocuencia la imagen promocional del film, con la inenarrable Madalina Ghenea entrando a la piscina donde vegetan como nenúfares pochos los dos matusalénicos protagonistas. “Aggiornamento” de la “Susana y los viejos” de Tintoretto al tiempo que toda una declaración de principios.
No se me ocurre mejor localización para sus alucinados microcosmos que ese hotel “fin de siècle” a los pies de los Alpes, antaño refugio de la aristocracia y hogaño balneario para una variopinta tribu de talentos que, sin duda, vivieron tiempos mejores. Especialmente ilustrativa, más si cabe acabando 2020, se antoja la figura de un Maradona —al que no se nombra en ningún momento, ni falta que hace— obeso y al borde de la asfixia. Diríase “La juventud” una reescritura en las claves antedichas de “La montaña mágica” de Thomas Mann, cantor del degradado “Mundo de ayer” que con sumo tino delineara su coetáneo Stefan Zweig. Por eso me sobran un par de excesos digitales, a mi juicio mal avenidos con el espíritu de la cinta; si bien no es menos cierto que hasta el mejor escribano echa un borrón, e insisto en que la caligrafía del realizador napolitano resulta exquisita.
Sorrentino se rodea de un reparto anglófono y de campanillas, encabezado por los veteranos Michael Caine y Harvey Keitel, perfectamente secundados a su vez por Rachel Weisz y Paul Dano, lo cual le garantiza un potencial eco internacional que, tras el incontestable éxito de su, hasta la fecha, obra maestra, “La gran belleza” (“La grande bellezza”, 2013) —Oscar, Globo de Oro y BAFTA—, tenía asegurado de antemano. En cualquier caso, cada uno a su muy peculiar modo, entregan todos un trabajo excelente.
Carorpar
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