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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
5
Drama Biografía de Charles Chaplin. Chaplin pertenecía a una familia numerosa que se ganaba la vida en los teatros de mala muerte de Londres. Cuando su padre murió alcoholizado, su madre, enferma, tuvo que trabajar duramente para sacar adelante a la familia hasta que fue ingresada en un psiquiátrico. Chaplin entró entonces a trabajar en una compañía musical que hizo una gira por los Estados Unidos. Allí conoció al productor de cine Mack ... [+]
19 de marzo de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fallido “biopic” pese a su nutrido reparto, mezcla de veteranos ilustres —Geraldine Chaplin, Anthony Hopkins—, figuras consagradas —Kevin Kline, Dan Aykroyd, James Woods— y jóvenes promesas —Diane Lane, Marisa Tomei, Milla Jovovich— y al lujoso diseño de producción, especialidad de la casa en el cine británico, experto en reconstrucciones históricas casi desde los tiempos de Shakespeare, con el interés añadido, en tanto cinta metacinematográfica, de asistir a las precarias condiciones en que trabajaran aquellos pioneros geniales.
“Chaplin” adolece de un error de partida consistente en interponer un personaje inventado —el editor George Hayden— con la función, a mi juicio innecesaria, de articular un relato que —insisto— podría perfectamente haberse narrado sin él. Los reiterados saltos en el tiempo no aportan nada a la historia y se antojan particularmente molestos, explicándose sólo desde el deseo de Attenborough de dar trabajo a Hopkins, bien por amistad o porque le debía un favor. Asimismo, el realizador se muestra en exceso complaciente para con su biografiado. Si bien discrepo de la actual pulsión desmitificadora por la que, en detrimento de sus virtudes, se hace morboso hincapié en los vicios del personaje público de turno, no es menos cierto que la afición de Charles Chaplin a las chicas de 16 años quizá hubiera merecido un juicio algo más severo.
Encarna al célebre cómico Robert Downey Jr. Su interpretación fue saludada con entusiasmo por una crítica que —supongo— andaba algo ayuna de carreras a las que dar el espaldarazo. Porque el amaneramiento de este actor sólo resulta digerible en los muy escasos momentos en que se encasqueta el bombín, se calza los zapatones y hace molinetes con el bastón de caña. Igual sucede con la película toda, que únicamente alcanza a emocionarnos cuando, al final y con motivo de la concesión del Oscar honorífico al protagonista, se nos ofrece una selección de sus escenas más icónicas. Claro que, quien aparece en ellas es el auténtico, inimitable —conviene insistir en esto último—, Charlie Chaplin.
Carorpar
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