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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Gustavo:
5
Drama Polonia, 1960. Anna (Agata Trzebuchowska), una novicia huérfana que está a punto de hacerse monja, descubre que tiene un pariente vivo: una hermana de su madre que no quiso hacerse cargo de ella de niña. La madre superiora obliga a Anna a visitarla antes de tomar los hábitos. La tía, una juez desencantada y alcohólica, cuenta a su sobrina que su verdadero nombre es Ida Lebenstein, que es judía y que el trágico destino de su familia se ... [+]
23 de febrero de 2015
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hola, acabo de verla y es un mediometraje estirado y sobreglorificado.
El argumento/historia daba para un buen largometraje o una mini-serie épica. Ninguna situación se profundiza, ningún detalle se explora por lo que termina siendo una mezcla de roadmovie de bajo presupuesto y película sin historia de esas en que solo suceden cosas y tu insultas al que te arrastró hasta el cine a verla.

Y no faltará el gafapastas snob: "Es artística", "Vos no sabés apreciar los simbolismos" y una larga cantaleta de silogismos huecos que no pueden sostener si se los pones a prueba uno a uno por lo que con aire de soberbia y superioridad nos desprecian queriendo con ello cubrir (y olvidar) los años de bullying que recibieron en la escuela y los litros de agua de inodoro que merecidamente fueron obligados a beber por pesados

El blanco & negro no es por arte, se trata de disimular errores y costos Las casas en la época o no llevaban revoques dejando las piedras, ladrillos o mezcla de ambos a la vista o tenían un enlucido que consistía en agregar a la argamasa sales u óxidos como colorante y piedrillas y/o vidrio molido dándoles un aspecto muy difícil de imitar hoy. Más si le sumas que cada reparación era imposible de disimular ya que la masa quedaba distinta por la imposibilidad de lograr "a ojo" el mismo resultado. El último bote de pintura se había visto cuando los alemanes entraron con tanques por lo que la ambientación en exteriores hubiera sido terriblemente cara para eliminar los esmaltes modernos de cada una de las casas, ventanas y objetos que aparezcan. Tampoco se molestaron mucho los locadores porque el baño en que tía y sobrina conversan era de los 90s, En los 60s no existían cerámicos rectangulares, no se usaban dispuestos a media cadena, no existía la uniformidad de tamaño que permitiera ponerlos sin junta y solo un gobernante podría poner tanta cantidad en un baño de la Polonia "Comunista".

Resumiendo: Historia mínima estirada, personajes y situaciones sin profundizar, un par de errores de raccord, imposibilidad del autor/director de cerrar las 2 únicas situaciones que se plantean en la película y no posee final (Que no es lo mismo que final abierto)
Espero les sirva esta crítica, un abrazo.
Gustavo
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