Estamos ante una película familiar dónde el protagonista es el perro, en este caso Buck un perro que no encuentra su destino hasta el final de su larga aventura. No voy a desgranar todo el argumento que podéis leer en cualquier sinopsis, pero el encuentro con John Thornton (Harrison Ford) es crucial para que se cree una conexión muy especial con Buck.

Puede ser predecible, pero tiene auténticas escenas de tensión, acción y aventuras, dónde se puede disfrutar de una fotografía y paisajes de Alaska fantásticos. Los efectos del cgi se notan demasiado y a veces deshumanizan las emociones de Buck y el resto de animales que intervienen en la película. Pero los valores, el amor y la fidelidad de estos canes impera y conecta con el espectador.

La presencia de Harrison Ford no es inminente, antes Buck viviría o sufriría algunas situaciones antes de que el destino los cruzase y tuvieran ese flechazo de ternura entre uno y otro. Como prácticamente siempre Harrison Ford no decepciona y hace que esta película tenga aún más valor y apreciación.

Película para ver en familia, que disfrutarán adultos y niños por igual. Está llena de aventuras, comedia, drama y acción. Recomendable, le doy un 6,8