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Voto de kiss_army:
8
8,1
137.604
Drama
Mark Renton, un joven escocés de Edimburgo, y sus amigos son adictos a la heroína, lo que significa que viven fuera de la realidad, en un mundo aparte. Dentro del grupo hay un psicópata alcohólico y violento, un joven desesperado, un mujeriego con un conocimiento enciclopédico sobre Sean Connery y un entusiasta de las caminatas y de Iggy Pop. (FILMAFFINITY)
8 de septiembre de 2010
37 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Básicamente Trainspotting trata de las desventuras de tres yonkis y sus peculiares y enfermizos amigos, centrándose principalmente en el personaje interpretado por Ewan McGregor y su omnipresente voz en off. Posee los ingredientes necesarios para convertirse en una película de culto (como así ha sido): tema llamativo, ritmo dinámico, personajes disfuncionales, banda sonora pegadiza etc... Lo cual no garantiza que sea una buena película, pero encontrarás a un montón de gente que te dirá que mola un huevo. Por suerte en este caso sí que lo es.
La temática de las drogas no es algo novedoso, pero creo que el tratamiento sí que lo es: no hay paternalismos; no hay recreación en las miserias de la adicción (que por supuesto están presentes) en busca de la compasión del espectador; no hay una condena rotunda e hipócrita; no hay una apología supuestamente hedonista y parcial. Hay actos y consecuencias. Y para explicárnoslos en primera persona nadie mejor que un yonki reconocido contándonos sus patéticos intentos de desengancharse y llevar una vida respetable; la inevitable caída en la delincuencia; el alejamiento de los que crees tus amigos... Como bien dice el personaje de Ewan McGregor, la gente se droga por placer, no porque sean gilipollas sin matices. Y esto es lo que mucha gente no entiende. En un entorno sin expectativas apetecibles de futuro hay quien elige la salida fácil, la evasión inmediata. Tu vecino no se pasa la vida apoyado en la barra del bar porque simplemente sea un patético borracho sin más. Seguramente lo haga porque su vida es una mierda y el alcohol le ayuda a alvidarse por unos moentos de ella. Porque emborracharse es un placer digan lo que digan (si no no lo hariamos TODOS los fines de semana). No es difícil extrapolar esto a drogas más duras. Y pasan factura, por supuesto, como todo lo bueno; y la película no lo obvia. Y ahí es cuando el espectador debe juzgar, no asumir sin más como borregos.
El ritmo dinámico, unos diálogos ocurrentes y el combinar situaciones cómicas con momentos sórdidos y con escenas oníricas o directamente surrealistas que en ningún momento resultan forzadas, ridículas o innecesarias como sucede en muchos casos (es más, ayudan a identificarte aunque sea levemente con sensaciones como el subidón o el mono provocados por la heroína) ayudan a que la película se vea en un suspiro.
(Sigue en el spoiler, no se desvela nada)
La temática de las drogas no es algo novedoso, pero creo que el tratamiento sí que lo es: no hay paternalismos; no hay recreación en las miserias de la adicción (que por supuesto están presentes) en busca de la compasión del espectador; no hay una condena rotunda e hipócrita; no hay una apología supuestamente hedonista y parcial. Hay actos y consecuencias. Y para explicárnoslos en primera persona nadie mejor que un yonki reconocido contándonos sus patéticos intentos de desengancharse y llevar una vida respetable; la inevitable caída en la delincuencia; el alejamiento de los que crees tus amigos... Como bien dice el personaje de Ewan McGregor, la gente se droga por placer, no porque sean gilipollas sin matices. Y esto es lo que mucha gente no entiende. En un entorno sin expectativas apetecibles de futuro hay quien elige la salida fácil, la evasión inmediata. Tu vecino no se pasa la vida apoyado en la barra del bar porque simplemente sea un patético borracho sin más. Seguramente lo haga porque su vida es una mierda y el alcohol le ayuda a alvidarse por unos moentos de ella. Porque emborracharse es un placer digan lo que digan (si no no lo hariamos TODOS los fines de semana). No es difícil extrapolar esto a drogas más duras. Y pasan factura, por supuesto, como todo lo bueno; y la película no lo obvia. Y ahí es cuando el espectador debe juzgar, no asumir sin más como borregos.
El ritmo dinámico, unos diálogos ocurrentes y el combinar situaciones cómicas con momentos sórdidos y con escenas oníricas o directamente surrealistas que en ningún momento resultan forzadas, ridículas o innecesarias como sucede en muchos casos (es más, ayudan a identificarte aunque sea levemente con sensaciones como el subidón o el mono provocados por la heroína) ayudan a que la película se vea en un suspiro.
(Sigue en el spoiler, no se desvela nada)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Por supuesto, todos los personajes escapan a los parámetros de lo que denominamos "normalidad", no solamente los yonkis. De hecho el personaje más desequilibrado es el psicópata interpretado por Robert Carlyle (buen actor, pero aquí quizá un tanto sobreactuado incluso para un personaje así: aunque esto hace que sea el favorito por muchos; ahí está Johnny Depp en Piratas del Caribe como ejemplo de sobreactuación manifiesta, ridícula y, por supuesto, alabadísima), que se jacta de no meterse mierda en el cuerpo (el alcohol y el tabaco no cuentan, por supuesto), un hijo de puta con todas las letras que encantará a muchos espectadores gracias a su aplicación sistemática de la violencia gratuita (sí, me refiero a vosotros que os partisteis el culo con el accidental tiro en la cabeza al negro del coche de Pulp Fiction). Y no podían faltar los entrañables yonkis, cada unos con sus matices: el pedante, amoral y pragmático Sick Boy, el ingenuo e hiperactivo Spud y el desorientado e inconsecuente Renton. Y también está Tommy, el personaje más patético, que demuestra lo puta que puede ser la vida cuando, tras un mal golpe de fortuna, las cartas juegan en contra de quien menos lo merece.
Y luego está la música. Las enormes "Lust for Life" de Iggy Pop y "Perfect Day" de Lou Reed ya justifican una banda sonora. Elegir a Lou Reed tratándose de un tema como la heroína puede ser algo previsible, pero la elección es irreprochable, ya que la cadencia melancólica y ensoñadora y la melodía ascendente son perfectas para el momento del subidón. También hubiese sido apropiada "Heroin" del mismo Lou Reed, esta vez con la Velvet Underground (y Lou Reed es tan grande en solitario como con la Velvet, diga lo que diga el gilipollas de Sick Boy). También hay algo de chumba chumba, pero eso prefiero obviarlo, a pesar de la brasa que se dio en su época con el tema en cuestión.
Y para terminar, un saludo a Marta, ya que si no fuese por ella no hubiese escrito esta pseudocrítica. Si le gusta a ella ya ha merecido la pena escribirla. Y si no yo hice todo lo que pude. Un beso.
Y luego está la música. Las enormes "Lust for Life" de Iggy Pop y "Perfect Day" de Lou Reed ya justifican una banda sonora. Elegir a Lou Reed tratándose de un tema como la heroína puede ser algo previsible, pero la elección es irreprochable, ya que la cadencia melancólica y ensoñadora y la melodía ascendente son perfectas para el momento del subidón. También hubiese sido apropiada "Heroin" del mismo Lou Reed, esta vez con la Velvet Underground (y Lou Reed es tan grande en solitario como con la Velvet, diga lo que diga el gilipollas de Sick Boy). También hay algo de chumba chumba, pero eso prefiero obviarlo, a pesar de la brasa que se dio en su época con el tema en cuestión.
Y para terminar, un saludo a Marta, ya que si no fuese por ella no hubiese escrito esta pseudocrítica. Si le gusta a ella ya ha merecido la pena escribirla. Y si no yo hice todo lo que pude. Un beso.