Por primera vez en toda la trilogía nuestra querida ardilla, o más comúnmente conocida como “Scrat”, se equipara al nivel del resto de personajes; pero no porque baje del nivel establecido en sus predecesoras ni mucho menos, sino por la subida del de los demás.

Para mí posiblemente la mejor de la saga hasta ahora; o diciéndolo de mejor modo: con diferencia, la más graciosa y divertida. Pocas sagas logran mantener la esencia del argumento y consiguen deleitarnos continuamente con escenas cómicas (la mayor parte de ellas variadas), además de innovar al mismo tiempo como lo hace “Ice Age”, pero es que, además de eso, consigue hacernos pasar hora y media viendo un film cuanto menos con una sonrisa de oreja a oreja en la cara.

Los gráficos y la animación siguen la estela de sus predecesoras, pero no por ello dejan de ser unos gráficos y efectos muy satisfactorios; y los personajes mantienen esa personalidad distintiva que tanto éxito ha tenido en las dos entregas anteriores. Si bien destacar la aparición de nuevos personajes como la comadreja “Buck” o la ardilla rival de nuestro pobre “Scrat”, que ayudan considerablemente a la labor de innovación en esta tercera entrega.

Puede que sea una película plana, sencilla e infantil, pero ya podrían ser todas igual si nos ofrecieran lo mismo que nos ofrece “Ice Age 3”: diversión y risas aseguradas y un entretenimiento continuo durante los 90 minutos que dura el film. Si su intención es entretenerse y pasar un rato verdaderamente ameno no lo duden, ésta es su película.