Interesante propuesta que oscila entre la exquisitez y lo escabroso de las relaciones personales que tiene lugar en el contexto de un ambiente seductor, una fotografía de gran hermosura y una banda sonora muy delicada
Su tono intimista y susurrante se convierte, por momentos, en violenta llamarada que amenaza arrasarlo todo.

Transida de erotismo y sensualidad, la película fluye con dulzura y suavidad al compás de ese ritmo sugerente que P. Chan-wook sabe imprimir. Su cadencia sólo se rompe cuando las inesperadas sinuosidades del argumento obligan a una nueva toma de posición.

Largometraje íntegral, elegante, algo rocambolesco pero dotado de hondo calado social y cultural.