Bikes es un ejemplo de una buena idea que carece de una correcta ejecución. Manuel J. García, el director, afirma que se trata de un homenaje a Cars, la película de animación que Disney estrenó en el año 2006. Sin embargo, se queda muy lejos de conseguirlo. Las comparaciones son odiosas, cierto, pero uno ya sabe a lo que se expone cuando decide imitar un modelo que dejó el listón muy alto. Han pasado ocho años desde la producción de Cars, por lo que, a mi parecer, tendría sentido que las obras actuales fueran superiores a esta. No es el caso: este título resulta una animación 3D simple, con colores planos, pocas texturas y formas geométricas. El vehículo escogido tampoco facilita las cosas: ¿dónde le pones los ojos a una bici? Esto genera una extraña combinación de roles que no llaman la atención por su originalidad.

Del mismo modo, la trama que se desarrolla parece demasiado sencilla para un largometraje. Quizá estaría bien para un capítulo de una serie de televisión, pero en el cine, acaba haciéndose bastante larga y pesada. Evidentemente es una propuesta infantil y puede que a los más pequeños les guste, al fin y al cabo, no carece de tonos y elementos divertidos que les harán reír. Aun así, no me extrañaría que muchos se aburran. Las aventuras no son sorprendentes ni emocionantes. Te pasas casi 90 minutos esperando a que suceda algo y cuando, por fin, aparece el hecho fuera de lo común, resulta inverosímil y falto de coherencia con toda la pieza. De hecho, la carrera final no es nada apasionante y, la esperada victoria del bien acaba siendo forzada. Además, así como otros films de animación pueden cautivar también al público adulto (que lleva a sus hijos al cine) no creo que Bikes consiga conectar con un espectador mayor de siete años.

Como decía, la idea es buena: concienciar de los efectos perjudiciales de la contaminación y fomentar la lucha por construir una sociedad ecológica y respetuosa con el medioambiente. No obstante, el guión no permite reforzar un mensaje que debería ser claro y directo. Parece difícil que los niños entiendan por qué es perjudicial la gasolina, más allá de que vendan unas bicis malas. Películas como Wall-e demuestran que se pueden evidenciar los efectos de la contaminación y Bikes no es capaz de hacerlo.

Asimismo, no queda muy claro por qué tiene que ser Speedy quien lidere la lucha contra los banqueros; se trata de un personaje que defiende el motor de gasolina y no llega a entender el daño que provoca hasta el final. Hubiera sido mucho más lógico que su grupo de amigas, o los “rebeldes del pedal” (como se hacen llamar) dirigieran la revolución en defensa de la ciudad, ya que ellas entienden realmente el problema. En cambio, obligan a Speedy a convertirse en líder, una maniobra un tanto forzada por parte de los creadores, para convertirlo en protagonista.

Anabel Alonso y Carlos Latre son algunas de las voces que podemos escuchar a través de las figuras de Bikes. Aunque no es justo, si has visto Buscando a Nemo o Dory, oír a Anabel Alonso hará que no puedas dejar de ver al pececillo cada vez que habla Montana, la hija del alcalde que, por cierto, tenía que ser rosa para que entendamos que es mujer. Por otro lado, Carlos Latre hace el doblaje de Mr. Chan, una especie de sensei chino a lo señor Miyagi de Karate Kid. Es uno de los personajes más graciosos, aunque el acento que finge Latre puede resultar un tanto ofensivo.

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