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Voto de Revista Contraste:
8
Documental En el verano de 1983, pocos días antes del nacimiento de su primer hijo, el escritor, teólogo y profesor de religión en la Universidad de Birmingham John Hull se quedó ciego. Con el fin de darle sentido a la conmoción que supuso su vida, comenzó a mantener un diario en cintas de audio. Después de su publicación en 1990, Oliver Sacks describió el trabajo como "el relato más extraordinario, preciso, profundo y hermoso de la ceguera que he ... [+]
12 de marzo de 2019
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Escrita y dirigida por Peter Middleton y James Spinney, la película ha sido creada a partir de las cintas grabadas por el teólogo que quedó ciego en los 80. Con las voces originales del propio John Hull y su mujer, Marilyn Hull, el espectador se empieza a adentrar en la vida del protagonista, y en los cambios a los que se ve sometido tras asumir que va a perder la visión por completo.

Detrás de la cámara, Gerry Floyd, director de fotografía, ofrece un contenido visual que acompaña de manera excelente la voz en off del escritor. Magníficos paisajes junto con una espléndida interpretación de los actores y una banda sonora adecuada refuerzan el mensaje narrado a través de los casetes. Es preciso señalar también la elegancia de las imágenes y la finura con la que se representan los detalles del ambiente en todo momento.

A pesar de ser una trama biográfica, el planteamiento del film no está centrado en una sucesión cronológica de hechos, sino en reflexiones del profesor que quizá, en algún momento, puedan parecer inconexas. Sin embargo, son estas mismas las que hacen que el público pueda empatizar con los personajes y llegar a hacerse cargo de su situación. De la misma manera, proponen cuestiones un tanto alejadas de la vida ordinaria que descubren un mundo probablemente desconocido para el auditorio. Mediante conversaciones con su mujer, sus hijos pequeños o consideraciones propias, John presenta asuntos como su perspectiva de la ceguera, la aceptación del cambio, la esperanza o el sentido de la enfermedad.

Este enfoque creativo del argumento, junto con las características de la parte técnica, convierten al género del largometraje en algo novedoso, ya que no es propiamente un documental. No obstante, la audiencia puede llegar a olvidarse de que audio e imagen van por separado, ya que hay un gran trabajo interpretativo y, muchas veces, los actores sincronizan de manera casi perfecta sus labios con las palabras de fondo del profesor. Así, la historia avanza ágilmente y no se hace pesada.

Una experiencia original, conmovedora y poética hace que Contemplación sea una obra maestra diferente de lo que abunda actualmente en el mundo del cine. En ella, el teólogo John Hull abrirá nuevos horizontes a los espectadores y dejará una observación final que dará mucho en qué pensar.

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