Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Revista Contraste:
6
Comedia. Drama Una carta de amor al mundo del periodismo, ambientada en la redacción de un periódico estadounidense en una ciudad francesa ficticia del siglo XX, con tres historias interconectadas entre sí. (FILMAFFINITY)
22 de octubre de 2021
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es complicado escribir acerca del último título de Wes Anderson tras haberlo visto solo una vez, pues es prácticamente imposible abarcar todas las piezas que componen cada fotograma y, en consecuencia, no puede asimilarse el conjunto de lo que sucede. Lo que sí queda claro, tras una primera proyección, es que el cineasta logra plasmar su estilo característico de tal manera que el resultado parece casi un proyecto estético, una hipérbole de El Gran Hotel Budapest.

La crónica francesa estructura varios artículos (filmados y con voz en off) de una publicación americana –que no tarda en recordar a The New Yorker, con sus portadas artísticas– situada en la Francia del siglo XX. En cierto modo, entre tanta perfección ornamental, Anderson rinde homenaje a la cultura francesa (también por momentos parece querer emular un cómic de Hergé) y al periodismo de antaño.

Siguiendo la línea de su filmografía, el cineasta cuida hasta el extremo la composición geométrica de los planos, jugando con la disposición del espacio, los decorados, la simetría, la transición de color a blanco y negro (y viceversa) y siempre con una paleta de tonos pastel. No se puede evitar notar un uso persistente del travelling, los zooms o las miradas mecánicas de los protagonistas, notas propias de la marca de Anderson.

No obstante, el exceso de factores simultáneos (multipantalla, tipografía, narrador que hila un tema diferente al del texto que se lee o la infinidad de objetos que integran esas breves escenas, que parecen bodegones para pintar al óleo) son abrumadores. El espectador, en alguna ocasión, no tiene suficiente con sus sentidos para percibir la totalidad de lo que muestra la pantalla y puede acabar exhausto.

Además, el problema de dedicar tanta atención a la experiencia visual es que quizá uno eche en falta más definición en los personajes o una narrativa de mayor interés. Aunque eso no quiere decir que se haya dejado de lado, por completo, el fondo para trabajar la forma. La cinta es también un experimento literario, solo que la cantidad de detalles lo ahogan a veces.

Puede parecer que La crónica francesa es una repetición de otra película de Wes Anderson, una mirada hacia sí mismo. Lo que es cierto es que es excesiva y fatigante, una obra compleja que requiere, seguramente, varios visionados.

Sin embargo, sus seguidores encontrarán un producto satisfactorio, recargado de elementos embellecedores y con muchas superestrellas habituales, como si fuera una tira de viñetas (hasta combina animación en una de las historias) salpicada de humor y, sobre todo, con la peculiaridad marcada del que lo firma.

www.contraste.info
Revista Contraste
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?

Últimas películas visitadas
Ryba 073 (C)
1999
Václav Svankmajer
arrow