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España España · Poniente de Mallorca
Voto de psmelbr:
5
Drama Una noche del verano de 1839, cincuenta y tres esclavos negros que viajaban a bordo del navio "La Amistad" se amotinaron y tomaron el control del barco frente a las costas de Cuba. Fracasado su intento de regresar a África, fueron detenidos por tropas americanas y se encontraron en un país extraño y a merced de un sistema judicial que les era ajeno. (FILMAFFINITY)
19 de enero de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vi el día de su estreno de mala gana. La sala repleta, nuestros pies "rozando" la gran pantalla. Al día siguiente apareció el dolor de cervicales, y sinceramente, en el grupo, hicimos chiste de la película, quizás por la incomodidad y por la falta de una mínima credibilidad histórica. Finalmente, tras un revisionado dos semanas atrás, llegué a la conclusión de que Raúl tenía toda la razón. Nuestro " viejo ejxperto" cinéfilo, a la salida soltó "es una falta de respeto a toda una nación, la nuestra, España, en un contexto histórico cargado de rebuscada manipulación. No nos hemos perdido nada. Los "usanos" son muy buenos, y los españoles muy malos, así de simple es el argumento, en una época en la que otros países regentaban el mercado de esclavos, en una época en la que los indios autóctonos habían sufrido el mayor genocidio de la historia norteamericana". Es que Raúl, "el defiende-patrias", cuando se cabrea es tajante.

Revisionado y conclusiones:
Y bien, pues Raúl sigue cargado de razón. Y es una pena, porque Don Esteban Spielberg siempre fue una garantía para disfrutar de buen cine, y lo sigue siendo, evidentemente con excepciones, como esta película concreta regulera de la que podría haber sacado mucho más, muchísimo más, porque la temática, la libertad del hombre, y nada menos que la igualdad (esa ficticia virtud tan usana) la abolición de la esclavitud, son razones de gran peso, tan gloriosas y cargadas de dignidad que, por ellas mismas no precisan de grandilocuentes discursos fuera de lugar, alejados de la fea realidad en un juicio que perseguía otras causas bastante más terrenales, negocio inclusive; la libertad de los amotinados si eran africanos, o la esclavitud si eran descendientes de esclavos. De ahí, del negocio de la esclavitud a la alabanza de la igualdad de los hombres, todo un abismo.

A partir de ahí, mi querido Esteban, te metiste en un berenjenal de fechas y acontecimientos deslocalizados, con medias verdades (la regencia de España, presidentes norteamericanos anacrónicos y disfuncionales con el tema de la esclavitud) y manipulación pura y dura para ampararse en razonamientos tan falsos como lo fueron sus propias consecuencias aplazadas durante décadas, la esclavitud en USA. Quizás por ello te avergüenzas, de no ser fiel a la cruel historia, esa tan diferente de la que tu plasmas, como un imberbe, en esta película que se salva por el buen hacer de Freeman y Hopkins con algunas buenas escenas, y por momentos, también buenos diálogos, sobretodo ese discurso final.

No era necesario mi querido amigo Esteban, no era necesario caer en la sensiblería y la manipulación histórica, o recurrir al recurso floreado de la oratoria libertadora meando fuera del tiesto, porque eso es un insulto, no sólo a la nación española que defiende nuestro excesivo patriótico amigo Raúl, no, sino porque al manipular la historia y los personajes, das a entender que el público es imbécil, intentando lavarla en favor de unos, glorificándola con música celestial. No era necesario hacer gala del alicaído Imperio español tan lúgubre y tan nefasto que en todas sus naciones libres perviven altos porcentajes de indios autóctonos, lo mismito que en norteamérica, verdad?. No era necesario caer en la mentira de un Imperio dirigido por una niña cuando la regencia fue asumida por el general Baldomero Espartero.

¿No te diste cuenta que estabas insultando a la palabra DIGNIDAD, la grandeza de la palabra LIBERTAD (fruto del vencimiento sangrante de la miseria humana) para ponerla al servicio de tus intereses propios?

Mi amigo Raúl, dice, A ver cuando te animas, colega Spielberg, a hacer una digna película que represente ese genocidio, ese robo sistemático y "legal" de Palestina por parte de Israel.

La cagaste Esteban. En otras, sinceramente he disfrutado, pero en esta... LA CAGASTE.

Y no te quejes, amigo Esteban, te pongo un 5 cuando sabes que podrías haber sacado un 8.
psmelbr
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