Para que una película gane el Oscar a la mejor película creo yo que debe contener elementos excepcionales, decir mucho y de manera especial. Ser un peliculón.
La Favorita lo es, aunque no se llevara el Oscar, también porque se te queda en la cabeza mientras vuelves del cine y al día siguiente te sigues acordando, por lo menos.
Y lo es por lo que cuenta y como lo cuenta.
Vaya por delante que encuentro muchas similitudes con Lady Macbeth (la versión cinematográfica de hace unos años de la novela "Lady Machbet de Mtsensk") Una historia de maldad, de maldad necesaria para sobrevivir a una maldad superior, viniendo desde abajo, y que acaba imponiéndose por pura crueldad.
A diferencia de aquella, esta historia no se cuenta tanto con la simple imagen y es la imagen la que la refuerza con virtuosismo y originalidad.
Mientras van pasando secuencias narrativas va surgiendo, sutil, la historia principal; exactamente como es en la realidad, no como nos suelen contar las historias, con pelos y señales para que no intuyamos lo que va pasando.
El trío protagonista lo borda, trasladando la rivalidad que tienen en la historia narrada a un enfrentamiento de interpretaciones donde gana quien está viéndola desde la butaca.
Muy valorable, también, el realismo -más similitudes con Lady Macbeth- sin las luz articificial que todo lo ilumina en tantas películas de "época", sino como eran las cosas, las casas, los rostros en aquellos años.
Película embriagodaramente británica con la música barroca dándole un plus.
Excepcional, sin duda... ¿se saltó su visionado el jurado del Oscar para errar con Green Book?