Pieza fundamental de la Nouvelle Vague en donde vemos reflejado todo el poder de la cámara, la música, la belleza de Anna y el recorrido de cortes y escenarios que nos propone el director. Un clásico del cine.
La historia es simple, una mujer que quiere ingresar en el mundo del cine por razones propias y económicas termina eligiendo el trabajo más antiguo del mundo. El relato desmenuza la historia de esta mujer como si fueran capítulos de un libro, una pequeña novela rosa que se venden por doquier, de fácil lectura y comprensión. El director nos desnuda a la protagonista y el mundo de la prostitución, regalando detalles, haciendo denuncia, revelando belleza.
Anna se come todo el film, un film atemporal, que sirve casi de documental, un film que recomiendo a todo joven que quiere inmiscuirse dentro del cine y ver un poco bajo la falda del mismo.