George Clooney, que ocupa el 99% de las escenas, hace algo atractivo de una película totalmente vacía de argumento con un guión que por muy adaptado que sea me recuerda enormemente a telefilme de los 90. Se ve a simple vista que ha aclcanzado una gran madurez interpretativa.
Dejando a un lado la omnipotencia del protagonista quiero remarcar que, aunque sigo sin encontrar la conexión entre Hawaai, la familia y la ascendencia colonizadora, se ve muy bien lo que es la vida en lo que durante muchos años se nos ha vendido desde EEUU como el auténtico Paraíso, que no es más que gente de a pie como en todos los sitios, sólo que en Hawaai. La gente tiene su vida y es de lo más normal, es decir que de las olas y el surf, más bien poco, y de este montón de historias cotidianas se extrae una que se torna melancólica y acaba importándote bien poco lo que le pase a la mujer del personaje.
En definitiva y sin alargarme más porque el resto de personajes como la sensual adolescente que acapara más planos de los que se merece o el estúpido novio de ésta, me parecen bastante prefabricados, sólo salvo a la hija pequeña que me parece que hace un más que aceptable papel, por tanto esta película está bien para enterarte un poco de cómo es la vida allí, y para ver a Clooney sin el cual estaríamos hablando de una película que calificaríamos como mala, por lo que si decides ir a verla no sentirás que has tirado tu dinero, y si decides no hacerlo tampoco creerás que te has perdido la película del año, sólo una gran interpretación y nada más.