Gracias a dios, nada más ver el trailer, mis ilusiones cayeron en picado. No creí que hubiese continuación de la trilogía, porque la 3ª era técnicamente insuperable, lo daban el todo por el todo, no podía hacerse nunca jamás nada más grandilocuente.
Personalmente Transformers 1 es mi favorita, porque me encanta la combinación de esa comedia adolescente liderada por un carismático Shia LaBeouf, y la acción más rudimentaria y en tono casi paródico (al igual que Armageddon o Dos Policías Rebeldes). Fue un auténtico bombazo, apoyada también en parte en John Tuturro, otro actor magnífico para aportar luz a tan metálicas peleas que confunden y a ratos aburren.

Sin embargo, en esta película ellos no están, por lo que casi toda la película se basa en esas peleas más metálicas, más confusas y más cegadoras, que Michael Bay creerá que es lo único que nos gusta. ¡FALSO!
Encima, con un guión tremendamente confuso (creo que lo explican todo a la 1,40 horas de película) Michael Bay nos ofrece una cinta mucho más aburrida (hay un agujero tremendo en el tramo medio), sin motivación, humor, discursos apoteósicos...
Mark Wahlberg hace de Mark Wahlberg, sólo hace falta ver la gran 'Dolor y dinero' para darte cuenta que es el mismo papel. Nicola Peltz, siempre maquilladita y repeinada, hace lo que Michael Bay quiere, poner carita de asustada y sexy a la vez. Lo consigue, tal vez no llegue a Megan Fox, pero mucho mejor que la Rosie Huntington 'Florero' Whiteley. Stanley Tucci tiene algunos momentos cómicos, con una evolución palpable, y bueno, es un gran actor, eso lo sabemos todos.
Sin embargo, me estoy enrollando mucho con los actores que en definitiva no le dejan aportar nada, no tienen protagonismo. Esa acción recae en unos robots que se persiguen mutuamente, a veces, sin llegar a comprender absolutamente nada de sus razones. Unos robots aburridos (exceptuamos a los dos protagonistas Bumblebee y Optimus) que sólo saben ocupar la pantalla, tapándonos la magia que todos queríamos de Michael Bay.

Sí, hay momentos de contrapicados en 360º, atardeceres permanentes, banderitas de EEUU, mucha publicidad encubierta, y sobre todo una gran BSO de Steve Jablonsky, que debió explotar más los temas principales (sólo recuerdo el 'Arrival to the earth' y durante demasiado poco tiempo) que al final agradezco, porque te ayuda a meterte en la película creyendo que todo volverá a ser como antes.

Si hay que rescatar algo, el traslado final de los personajes a Hong Kong, otorgando un cambio necesario en la sobresaturada Chicago. En definitiva, si hay Transformers 5 (que por los números en taquilla, la habrá), le pido a mi Michael Bay, aquel que me ha hecho soñar con sus historias; más protagonismo humano, más carisma, más entretenimiento, y un equilibrio entre los abrumadores efectos especiales, y la introducción de personajes en ese escenario morrocotudo (Josh Duhamel y Tyrese Gibson, ¿os acordáis?).