Seguramente el paso del tiempo ha hecho mella en esta película. Estamos tan familiarizados con la violencia y lo gore, que lo que en 1944 podía ser una comedia ácida y negrísima hoy puede parecernos muy light. Ciertamente, "Arsénico por compasión" es hoy una comedia familiar, yo hasta diría que inocente...

De todos modos, "Arsénico por compasión" sigue siendo una comedia potente y divertida. Yo la he visto ahora, después de varios años, y me he quedado embobado como la primera vez. La acción te arrastra de una forma vertiginosa, el ritmo es trepidante, y los personajes se entremezclan de una forma calculadamente loca. Ya sé que se ha dicho muchas veces, pero a uno le viene a la cabeza la recurrente metáfora de "esta película funciona como un reloj suizo". Es un tópico, pero es así. Los personajes entran y salen de manera matemáticamente calculada por un guionista en estado de gracia, que supo plasmar en lenguaje cinematográfico una obra marcadamente teatral.

Y qué decir del director... En esta película, Frank Capra no parece él, esta obra se aleja totalmente de su filmografía más emblemática. Además, en 1944 ya había pasado la época del "screwball comedy", y parecía que la gente en Hollywood estaba para otras cosas. Seguramente, esta película era un puro divertimento para quien la hizo, y eso se nota. Capra demuestra que, por encima de todo, era un buen cineasta que dominaba el oficio. La película desprende frescura. Los personajes sugieren una calculada distorsión de arquetipos (ancianitas asesinas en serie, médicos matasanos, policías que no se enteran de nada...). Por encima de todo, un Cary Grant sobreactuadísimo que, sin embargo, da el punto adecuado para protagonizar este delicioso disparate.

Para disfrutarla...