A favor de “Grand Piano” ha de decirse que es un film arriesgado, que quiere ir más allá del tópico de “película española que no parece española”, plagado de homenajes al cine clásico de siempre pero buscando un estilo formal propio y sugerente… En contra de “Gran Piano” se ha de decir que el desafío era demasiado ambicioso, y Mira no sale del todo bien parado del reto.

En mi opinión, el planteamiento argumental es interesante, pero Eugenio Mira lo destroza con su empeño en deslumbrar con movimientos de cámara imposibles que, más que impresionar, marean. No hace falta tanta grúa para explicar que el protagonista llega a una ciudad para dar un concierto… Pretenciosa.

Eso sí, reconozco que pasado un cuarto de hora la película se pone más interesante. La llegada del protagonista al teatro y el inicio del concierto, todo ello “a tiempo real” (más o menos) es sin duda lo mejor del film. Aquí el despliegue de medios resulta eficaz e impactante. Los recursos técnicos sí parecen estar al servicio de lo que se cuenta, y el conjunto es más armónico y coherente. El color, la luz y la música rayan a gran altura. En los grandes escenarios, el lenguaje que Mira propone para “Gran Piano” es efectivo, y es aquí donde consigue atraparme como espectador. A ello contribuye, sin duda, un Elijah Wood en estado de gracia. Muy bien.

Sin embargo, a medida que avanza la trama y la película toma un tono propiamente de historia de intriga y suspense, el interés decae. Doy por hecho que la apuesta que “Gran Piano” propone implica que el espectador haga ciertas concesiones en torno a la verosimilitud de algunas situaciones, pero en este caso el film termina traspasando los límites. Algunas escenas entre bambalinas terminan siendo de chiste, con lo que el conjunto se resiente mucho. Además, el desarrollo del personaje encarnado por Cusack es demasiado tópico y convencional, y a medida que vamos descubriendo la trama todo se vuelve más hilarante y disparatado. La premisa argumental es demasiado enrevesada para ser creíble. Declive.

Con ello, la sensación final es de cierta frialdad. Habrá quien ensalce este film por sus méritos (reconozco que los tiene), e incluso habrá a quien le guste el marcado tono de parodia del desenlace. Sin embargo, a mi entender “Grand Piano” no pasa de ser una obra interesante por la búsqueda de un sello particular, con una parte central de una media hora muy destacable, pero poco más.