Si bien la primera y segunda temporada y las otras son diferentes, y ahí cada quien se quedará con una u otra, lo cierto es que es una serie con grado del mejor cine. En su totalidad reúne lo que necesita la maestría: una historia, una forma de verla y una emoción para sentirla. Boardwalk Empire entretiene, te engancha y a la vez te lleva por lo más hondo del sentimiento de mujeres y hombres. En cualquier capítulo te puedes ver reflejada y si no te ves como ella o el, el guion te coge de la mano y te tira a la piscina o al fondo del mar para empezar a ensoñar y profundizar en lo que somos o pudimos ser ... El montaje es el broche de oro, es excepcional como está relatada, su ritmo y su calma.
No podéis dejar de verla.