Estamos ante una película discretamente entretenida que en su primera parte capta el interés, aunque en la última se bate en desbandada haciendo honor a las escenas que incluye.

La originalidad del argumento es discutible ya que en él se pueden detectar elementos de, por lo menos, las siguientes películas: "Encuentros en la tercera fase" de Spielberg y "Contacto" de Zemeckis, por la comunicación intergaláctica y por el acceso a un nuevo mundo de la segunda; "El pueblo de los malditos" de Rilla y de Carpenter (en sus dos versiones, la de 1960 y la de 1995), por el perfil de los emisarios; "Una mente maravillosa" de Howard, por la numerología aparentemente caótica; "El Protegido" de Shyamalan, por la recopilación e inventario de accidentes; y "El sexto sentido" también de Shyamalan, por la conexión de los elegidos con mundos secretos; y algo de cine catastrófico, tipo "Argameddon" de Bay o "La Biblia" de Huston —episodio de Noé, en el que el propio director interpreta aseadamente al armador—. Curiosamente, de estas 8 cintas, tres están interpretadas por Bruce Willis, por lo que es de sospechar que éste sea actor de culto del director de "Señales del futuro" (Proyas) o de alguno —o todos— de sus cuatro guionistas.

En síntesis, éstas son las carencias que encuentro a la película:


1 ) La duración (2 horas y 10 minutos), muy larga.

Pasada la primera media hora, la historia avanza por caminos más trillados que inéditos (de ahí la larga lista anterior de películas de referencia), cuando no confusos.


2 ) Idas y venidas, excesivas.

Es un error de manual en el rodaje de una película. Demasiadas idas y venidas marean y producen cansancio psicológico y, a veces, hasta físico.


3 ) Los elementos de misterio, poco imaginativos.

Los mensajes extraterrestres, bastante vistos y manidos.


4 ) Las interpretaciones, discretas.

La de Cage le permite un cierto lucimiento por su personalidad torturada, pero no resulta verosímil en su dimensión más resolutiva. La relación con su hijo muy almibarada.

Las actuaciones femeninas muy endebles.

Los niños, sin ser estomagantes no estimulan la paternidad responsable. La primera criaturita es un clon-síntesis de Miércoles Addams y de la niña de "El Exorcista", aunque a partir de ahí el reparto infantil es menos traumatizante.


5 ) Los efectos especiales, mejorables.

Se salvan los dos accidentes, aunque el estado de la tecnología hubiera permitido mayor verismo.

La nave espacial no pasa de ser un cristal de cuarzo crecidito —uno añora las naves espaciales de "Independence Day", aquéllas sí que eran naves—.

El Nuevo Mundo galáctico vulgar, poco paradisíaco y de estética ramplona por falta de inversión digital.