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Voto de msuarezpamplona:
10
Fantástico. Drama. Romance Ambientada en unas Detroit y Tánger románticamente desoladas, Adam, un músico underground profundamente deprimido por la dirección que han tomado los actos de la humanidad, se reúne con su dura y enigmática amante, Eve, quien no tiene problemas en reconocer su condición de vampiro. Su historia de amor ha prevalecido durante varios siglos, pero su libertino idilio pronto es interrumpido por la llegada de Ava, la salvaje e incontrolable ... [+]
19 de junio de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace solo unos días leía un texto de Pier Paolo Pasolini escrito en los 60, en el que defendía que el actual modelo iba a acabar con el arte. Si bien es cierto que el arte no ha desaparecido, en los últimos años todo lo relacionado con la cultura no ha dejado de sufrir ataques, desde la piratería a los recortes, y han acabado por marginarla. En este contexto, la semana pasada llegó a nuestras carteleras la última película de Jim Jarmusch, Solo los amantes sobreviven. Un filme que incide con todavía más dureza en este mismo miedo de los amantes de la cultura a la extinción de todo pensamiento.

La obra del director de Coffee and cigarettes nos muestra la relación de una pareja de vampiros aislados de una sociedad que ha destrozado su propia herencia artística en favor de una banalidad contagiosa. Llena de referencias habituales en el cine de Jarmusch, como la del científico Nikola Tesla, el autor toma la esencia de las criaturas de la noche en su forma más fascinante. Esa que muestra la contradicción entre un gran intelectual que ha conocido diferentes civilizaciones, que ha leído todos los libros del mundo, visto todas las películas y conocido a los más grandes artistas, frente a su condición de adicto. Son seres que han conseguido un desarrollo envidiable de la esencia humana mientras su debilidad les puede llevar a la extinción. Como ya mostraba Ferrara en The Addiction y Zulueta en Arrebato, el vampiro no solo es un ser sobrenatural es parte de nuestra vulnerabilidad y del ansia de conocimiento.

Cines en ruinas, teatros convertidos en aparcamientos... las ciudades han matado su patrimonio cultural, a sus creadores, y ya solo queda aislarse para no ser devorado. Algo así piensa el personaje interpretado por Tom Hiddleston mientras muestra a su pareja, Tilda Swinton, la decadencia de las sociedades contemporáneas. Después de tantas épocas parecen condenados a huir y a crear en soledad. No puedo asegurar que no estemos ya en esa situación, pero estoy seguro de que si no replanteamos nuestra actual forma de vida, pronto la herencia que los artistas nos regalaron quedará dilapidada.
msuarezpamplona
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