Un film taiwanés con una atmósfera intrigante que nos cuenta la historia de un policía en tres etapas de su vida, pero contadas en cronología inversa, algo que le aporta interés y originalidad. La estética recuerda bastante al cine de Wong Kar Wai por la fotografía oscura y con mucho grano. 

La primera historia comienza cuando Zhang Dong Ling tiene alrededor de 60 años, vive en un futuro al que todavía no hemos llegado, con un estado policial que lo controla todo.  La gente tiene microchips implantados para poder rastrearlos. Se niega a concederle el divorcio a su mujer por un incidente que ocurrió hace como 30 años (lo sabremos en el segmento dos). Consigue a través de una prostituta una pistola con silenciador, está decidido a saldar algunas cuentas...

La segunda parte estamos en el presente. Zhang es un oficial de policía, que tiene muy mala relación con sus compañeros corruptos de comisaria, algo hace que todo se derrumbe y conozca a una chica francesa con la que pasara esa noche tan desastrosa... 

El tercer capítulo se centra en el año 2000, Zhang tiene 17 años y se encuentra detenido por la policía por robar una moto, esposado a un riel en la comisaria conoce a una extraña mujer también esposada y que parece ser una mafiosa que influirá mucho en la historia...

El director taiwanés nacido en Malasia Ho Wi Ding no deja en buen lugar a todas las mujeres que aparecen en el film, por lo que puede llegar a molestar a cierto tipo de público algo suspicaz. El film es toda una fantasía oscura llena de tristeza y traiciones con una estructura que parece compleja pero que te engancha muy bien hasta el final.
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