Hijos del Sol cuenta la cotidianidad de las vidas de los niños de las calles de Teheran (Irán), las cuales discurren preestablecidas sobre un camino ya marcado del que es difícil escapar. Su protagonista junto a otros, escava un túnel debajo de su escuela en busca de una quimera que les permita escapar a su realidad.

El director Majid Majidi nos introduce en la mirada de un todavía inocente buscavidas callejero que debido a su ingenuidad no es plenamente consciente de su existencia debido en parte a que en el metafórico túnel donde se encuentra no hay la suficiente luz. Sin artificios narrativos se nos presenta una sociedad que a vista occidental puede parecer muy lejana pero que en lo fundamental no es tan distinta a la nuestra. El maestro y el alumno se funden y confunden donde el uno y el otro aprenden y enseñan a partes iguales. Oda a la esperanza donde nada esta perdido y todo por hacer siendo posible el renacimiento del nuevo hombre dejando al margen, de manera deliberada, fé y religión.

Fantástica secuencia final en la que se revela cual es el verdadero tesoro que esconde la trama.
Los hijos del sol son los niños de la luz, son la esperanza.