He visto esta película decenas de veces, y todavía sigo riéndome sin parar. Esto me demuestra que la película es una gran comedia.
El guión cuenta con el absurdo típico de sus creadores; los hermanos Farrelly. La historia está llena de situaciones totalmente inverosímiles, pero que por sorprendente que parezca no resultan irreales. Uno ve que lo que le ocurre a los personajes es extraño pero no incoherente.
Toda este compendio de extrañas escenas hacen que la risa esté garantizada.
En esta ocasión los creadores contaron con unos actores magníficos. Cameron Diaz borda un papel con el que sinceramente será recordada siempre. Matt Dillon realiza una gran interpretación gracias a ese grimoso personaje. Por último Ben Stiller fue lanzado a la fama mundial dando vida a ese tierno muchacho, que es tan desgraciado que sin proponérselo le pasan todo tipo de catástrofes.
Sin lugar a dudas esta película tiene escenas que ya han pasado a la historia, y que todo el mundo que haya visto el film las recordará con una sonrisa en la boca.
No obstante, debo decir que aunque con la película me he reído y me lo he pasado en grande; tengo que apuntillar que no puedo soportar a la pareja de músicos que aparecen. Me resultan totalmente horribles. Es lo único que no me hace nada de gracia; aunque a mucha gente le encantan.
En fin, película muy divertida con la que uno podrá pasar un rato realmente divertido; y lo más importante, se podrá evadir de todo ya que no nos encontramos ante una comedia sofisticada. Solo es una comedia simple y destinada para hacer reír, pero sin olvidar su historia.