Al margen de si se trata de una película buena, muy buena o (como es mi valoración) excelente, debo admitir, ante todo, que se trata de la película bélica que más me ha impresionado de todas cuantas he visto (y eso que he visto unas cuantas).

Lejos de la grotesca visión del caos y la locura de la guerra que nos presenta la sobrevalorada "Apocalypse Now", "La delgada línea roja" constituye una visión mucho más moderada e intimista del sinsentido de un conflicto. Valiéndose de una fotografía realmente hermosa, unas escenas de acción impactantes, una bellísima banda sonora y unas interpretaciones desgarradoras, Malick ha construído la que es, a mi parecer, la mejor visión del drama de la guerra hasta ahora filmado. Una película cargada de poesía y armonía, melancólica, triste... Una fiel representación de la locura, el caos, el horror, el sinsentido y el desconcierto que embarga a todos aquellos que han sufrido directamente la degeneración humana que es la guerra.

Es, en definitiva, una película que no deja indiferente, apta para todos aquellos que, alguna vez, hemos soñado con batallas gloriosas y muertes hermosas.