La primera me gustó por su original premisa, y la segunda por su ritmo y aire a serie B de los ochenta.
Esta tercera bebe de los aciertos de la segunda, incluso rescata a uno de sus actores principales. Pero falla al exagerar sin gracia los elementos que tan bien funcionaban en la entrega anterior.
De esta manera, hay un par de escenas que aunque visualmente potentes, producen más vergüenza ajena que angustia o tensión (ver en spoiler). El otro gran problema que tiene la serie es el introducir en su argumento el debate sobra la idoneidad de la purga como celebración anual. Es un error cuando la premisa es una autentica estupidez, que funciona bien como punto de partida original pero no resiste ni a cinco segundos de reflexión, y menos a un debate como eje vertebral del argumento.
Entretenida para disfrutar en casa con unas palomitas del Eroski. Yo pagué la entrada y quizás hubiera podido esperar a que estuviera disponible en el cable.

Os cuento mi top de escenas absurdas en spoiler.