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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Juan Rúas:
9
Drama Nuevas aventuras tanto personales como deportivas del boxeador Rocky Balboa, que en esta ocasión debe enfrentarse a un duro y frío boxeador soviético, llamado Ivan Drago. (FILMAFFINITY)
3 de septiembre de 2009
42 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rocky es más que un reflejo de nuestra fuerza de voluntad; mucho más que el vivo retrato de un viejo boxeador, Rocky Marciano, y su resistencia sobrehumana: Rocky es uno de los productos más legítimos, espectaculares y hasta delirantes de esta factoría norteamericana que parece no tener fin.

Si Ivan Drago representa la frialdad comunista, entonces Balboa decide entrenar no con las nuevas tecnologías sino utilizando a su favor la nieve, la montaña, lo que natura nos da. Si Ivan Drago se revela contra el politicucho de turno, y Rocky produce aplausos repentinos en medio de un ambiente tan "hostil" como el de la Unión Soviética, entonces el mensaje resulta claro: el futuro recae sobre el capitalismo. 1981, año en el que Hollywood da batalla contra el germen comunista, ¿Qué mejor forma de hacerlo que utilizando a la leyenda con guantes, nacida en y por Norteamérica?
Yendo a la película en sí, alejada de cualquier bajada de linea política, Rocky IV es la fruta del postre tremebundo y superinflado que ya se nos avecinaba en la tercera y segunda parte. El código de la peli es notorio: se exacerban las imágenes, existen sobredimensiones remarcables tanto en la música como en las escenas de acción, impecablemente rodadas. Nada puede evitar, ni siquiera la presencia imponente del ruso, esa proyección triunfalista que lo acapara todo. Parece una crítica negativa: y es que Rocky IV resulta tan transparente en sus intenciones como demoledora desde su eficacia. Es una peli tan degenerada como estupenda desde su concepción.

Un 9, vale la pena verla, salvo quizás para los comunistas más ortodoxos.
Juan Rúas
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