Un seis, ni más ni menos. Exactamente en ese puntaje estaba pensando y al ver la puntuación general, pues no me costó mucho decidirme. Ese número definitivo no parte de una mala peli, es correcta y prolija, sino más bien por una elección refritada de un cómic que resulta curioso, pero que no da mucho de sí.

Hulk representa esa furia instintiva que todos llevamos dentro; esa cuota salvaje y animal que a veces pide a los gritos ser controlada. Desde ese planteo se dispara Hulk, y no solo ésta, la anterior también pero al margen de lo fallida que pudo haber sido la primera obra, ésta última no se encaró como un borrón y cuenta nueva, sino que de alguna forma encadenó las historias. De esta manera, y bajo una estética mucho más densa en colores, oscura de afuera hacia adentro aunque sin expresar claramente esa negrura interior Hulk comienza..."ya comenzada" mediante una biografía de la gestación de la criatura en clave video clipera frenética. El ritmo se mantiene durante toda la obra y su desenlace culmina en forma tan transicional como su inicio.

Hemos visto a un Hulk ya conocido, la estructura de la peli no describe su nacimiento, sino la cresta de una ola que vio la furia del monstruo verde en medio de explosiones, panorámicas y choques varios.