Qué decir, cuando te ponen la pelotita botando en la linea de gol la revientas y marcas, simplemente, pero el señor Padinha ha ido más allá y un balón en el área pequeña, botando y sin portero intenta hacer una chilena que pegue en larguero y quede para la historia: la pega mal y entra por el centro y de milagro.Se le puede criticar porque al intentar llegar a tanto público experto como público general pierde pegada (al intentar sacar los problemas morales tan extensamente en una película a la que yo he ido a ver tiros).
Al restar el tiempo de tiros y alargar el de reflexión moral ha tenido la suerte de que el espectador, o al menos yo, nos quedemos con ganas de una segunda parte sin filosofía, sólo dos hora de tiros, tecnología futurista y sangre o aceite de motor en su defecto.
Si clasificas las películas en dos grupos, las que no merece la pena ver y las que si, esta sí merece la pena, pero un poco más de ilustración filosófica de Padinha y se la carga.
Como conclusión decir que se puede pasar un rato entretenido viéndola y que una segunda parte con mucha más acción sería viable.