Mejor filmada que narrada, ya que en la novela de James Ellroy uno se pierde con tanto nombre y esa forma de escribir tan esquemática.
Es cierto que en la película hay desconexiones importantes respecto a la obra escrita, no obstante el dinamismo trepidante que le impone el guion para el cine, el elenco de actores, menos uno luego vamos a ello, unido al saber hacer de Curtis Hanson que elabora una magnífica revisión de aquellas películas de detectives de los cuarenta, resuelve con nota el desafío.
Y es que Kevin Spacey no da la talla en su personaje de policía que acepta corruptelas, pícaro y resolutivo, se mueve delante de la cámara con cara de bonachón que no cambia en ninguna situación, le faltan registros o la dirección no supo sacarle más partido a este por otro lado buen actor.
Es siempre agradable ver esa California tan soleada, no llega a la luminosidad de Woddy Allen en Cafe Society, ni a su atrezo, ni a su sastrería en cambio siempre es reconfortante encontrarnos esas mansiones modernistas como la del proxeneta de altos vuelos Pierce C. obra del arquitecto Richard Neutra, les aconsejo visiten la página Revisiting the L.A. Locations From L.A. Confidential 20 years later y como no los autos de época que dan verosimilitud a la historia sin quedar demasiado cutre.
L.A. Confidential va más allá del guion de una novela de quiosco sobre detectives de los años cincuenta consiguiendo a la vez un homenaje sobre las mismas sin que el paso del tiempo haya dejado huellas dañinas.