Tiene momentos conseguidos, las referencias están perfectamente expuestas y la propia auto parodia constante es de agradecer. El fenómeno cinéfilo viral del año que viene desde el país de los muebles con instrucciones y garantía está logrado.Y la brilantez al menos parcialmente del señor Sandberg no se puede negar.
Dicho esto, creo que es un duro ejemplo del axioma menos es más: hubiera resultado más digerible, ameno y original si hubiera durado diez o quince minutos en vez de la media hora que nos ofrece de mamporros y poses macarras ochenteras.
Se pueden valorar como tags de Kun Fury: artes marciales, explosiones -humanas y robóticas-, muertes y más muertes, Hitler, sintetizadores y Hasselhoff lijado de cara para la ocasión -el video clip vale tanto o más que la peli-.
Como curiosidad lograda vale, pero no se si realmente es como para formar tanto revuelo.
Pd. Como muchos han dicho, echo en falta a Sonny Crockett y Ricardo Tubbs dando vueltas con su Testarossa.