Después de su medio fracaso en taquilla y crítica de los mercenarios 3 en el 2014 Patrick Hughes vuelve al redil, con una comedia tonta para por lo menos hacernos pasar un rato agradable.

El otro guardaespaldas está diseñado para entretener sin más, con un millón de chichés de género la película se va abriendo hueco como puede ya que, lo que es guión , no tiene dado que es más bien un corta pega de otras cientos de películas del mismo estilo que van buscando lo mismo.

La historia, aunque pobre en contenido y llena de tópicos, resulta entretenida en casi su mayor totalidad, ya que gracias a su ritmo que no decae y al montón de situaciones medio absurdas que nos hacen reír en más de un momento, la película es capaz de salvar los muebles.

La película nos puede recordar a cualquiera donde salga Leslie Nielsen ya que Ryan tiene más en común con él que en ocasiones nos puede estar viendo una nueva versión de Venganza. Por otro lado Samuel L. es como el amigo que siempre habría querido Ryan y juntos hacen un dueto de lo más cómico con situaciones tan tontas y sin sentido que nos harán pasar un buen rato.

Un aspecto de lo más negativo que tiene la película es su doblaje el cuál nos chirriará todo el rato, ya sabemos en el algunas ocasiones es mejor ver ciertas películas en su versión original, pues con total seguridad está es una de ellas, ya que tiene mucho más gancho que su versión doblada.

Como conclusión podemos decir que la película es un buen producto palomitero, que no nos hará pensar, que se digiere rápidamente, ideal para un domingo cualquiera.

Lo mejor: Su despropósito
Lo peor: No hay por donde cogerla
Recomendada: SI***