Una miniserie y un telefilm es la experiencia de Thea Sharrock como directora, es decir, prácticamente parte de cero con esta película.

Con una trama que nos puede resultar tópica y recurrente en los tiempos actuales, la cinta, arranca más cómica que dramática para ir poco a poco tornándose en el drama que hace que hasta el más duro se ablande.

La película hace frente a un tema muy de actualidad y lo aborda sin miramientos de ningún tipo, haciéndole cara de una manera casi admirable. Si que es verdad que los tópicos y los clichés son sus vías de escape para un guión que aunque con un tema tan caliente no es capaz de sacar a relucir todo su potencial.

Dicho esto, podemos decir que sus actores en términos generales son bastante compatibles, se ve que hay mucha química entre ellos, y aunque Emilia hace una decente actuación, son esos cambios de humor, en ciertos momentos la vemos algo forzada. Sam Claflin, aunque bien también, no sabe meterse en el personaje de pleno y en algunas secuencias no logra tampoco convencernos.

Con esto podemos decir, que la película cumple de sobra con lo que se propone, ya que es capaz de mantener el ritmo, y poco a poco va calando en el espectador, el cuál va entrando en el juego para finalmente sucumbir a él.

También hay que mencionar una banda sonora extraordinaria, lo cuál sabe ligar a la perfección las escenas.

Lo mejor: Como es capaz de manejar ciertos temas sin temor
Lo peor: Que en el fondo no se atreva a exponerse más.
Recomendada: SI

@cineypunto